Tucumán dijo "Basta de gatillo fácil"
Las cifras son alarmantes. “Hay más de 4700 casos de jóvenes asesinados por la Policía desde 1983, nos matan un joven cada 28 horas”, sostuvieron las organizaciones que marcharon contra el gatillo fácil en Tucumán, en una caravana que ocupó dos cuadras. La marcha, que también tuvo lugar en otras ciudades argentinas, fue convocada en Tucumán por la mesa de apoyo Justicia por Reyes. Este espacio se conformó a principios del 2017 para exigir justicia por el asesinato de Miguel Reyes Pérez, un joven del barrio San Cayetano, por el que están imputados dos policías de la provincia. La bandera de Ismael Lucena también estuvo presente para recordar que la organización y la lucha pueden contra la impunidad de las fuerzas de seguridad. Pero justicia lenta no es justicia; ya pasaron más de dos años del asesinato de Emmanuel Gallardo y Ariano Biza, ambos calcinados en la Brigada Norte.
El pedido de justicia por las víctimas de la violencia policial busca dejar al descubierto la impunidad con la que actúa la Policía de Tucumán, muchas veces amparada por una ley de contravenciones declarada inconstitucional. "La actual política pública de seguridad genera segregación, divide entre ciudadanxs de primera y de segunda, levanta muros reales y simbólicos y clasifica los barrios por clases sociales de acuerdo a su supuesto nivel de ‘peligrosidad’”, dice el documento único, firmado por 15 organizaciones, que se leyó en plaza Independencia.
Por primera vez Tucumán tuvo su marcha contra al gatillo fácil, uniéndose al reclamo nacional. Por primera vez se coparon las calles para gritar:
¡Basta de gatillo fácil!
¡Basta de Impunidad y criminalización de la pobreza y la juventud!
¡Justicia por Miguel Reyes Pérez y todas las víctimas de gatillo fácil!
¡El Estado es responsable!