La tierra de don Javier
Arriba, una casa. Desde lejos se divisan los cinco o seis módulos que la componen, algunos techos de chapa, otros con tejas y otros puro barro y caña. Es la casa de don Javier. Allí está, todavía, su taller de talabartería. Un poco más abajo, un balido de cabras que miran extrañadas a la pequeña multitud que no suele verse por esos cerros. Son el rebaño de la familia de don Javier. Bajando un poco más está el camino, ese que, según cuentan Los Chuschagasta, don Javier se encargaba de mantener en condiciones de ser transitado; el mismo que un día la comunidad decidió truncar para que no avanzaran los indeseables que solo ven en la tierra un negocio. De la tranquera que lo cortaba ya solo queda un poste muy raído y frente a éste, pero más abajo, está la cantera de laja. Allí, un pequeño altar se levanta para señalar el lugar donde don Javier encontró la muerte el 12 de octubre de 2009.
Diez días faltaban para que se cumplieran los 9 años del incidente que terminó con la vida del comunero. El martes 2 de octubre el tribunal oral presidido por la jueza Wendy Kassar se hizo presente en las tierras que albergan a la comunidad Los Chuschagasta para reconstruir los últimos momentos de la vida de Javier Chocobar. Durante cinco horas los jueces y los miembros de la Policía científica, los abogados defensores y sus defendidos, los abogados de las querellas y los integrantes de la fiscalía siguieron los relatos de Delfín Cata, Emilio Chocobar, Orlando Cata y otros miembros de la comunidad que mostraron, paso a paso y situados en el terreno, cómo ocurrieron los hechos. De la misma manera los tres imputados reconstruyeron su versión de los hechos
Al finalizar la reconstrucción el doctor Pablo Garguilo, a cargo de la querella por las lesiones a Andrés Mamaní, concluyó que la medida de prueba “resultó clarificadora para el tribunal porque pudieron ver in situ el relato de los testigos; un relato que demostró claramente que la persona que disparó hiriendo a los comuneros fue Darío Amín. Además, los imputados pudieron hacer uso, indiscriminado diría yo, del derecho constitucional de no decir verdad”. Finalmente, el letrado destacó la profesionalidad con la que se llevó adelante la medida de prueba y concluyó que ésta será de gran ayuda para alcanzar la justicia después de 9 años de incertidumbre.