Una lucha que crece a la par del dolor
Por Agustina Vilte para La Palta.
Se vienen preparando desde hace un mes, empapelando la ciudad y abrazándose en el dolor. Ayer marcharon sosteniendo banderas con las caras de sus familiares y con la consigna de decirle basta al gatillo fácil. El grito y el dolor fueron uno solo; el objetivo, conseguir justicia. Al avanzar por el microcentro de la capital tucumana dejaron en claro que la lucha es su camino y que no los van a callar.
De espalda a la Casa de Gobierno -hasta donde llegaron desde la plaza Urquiza- volcaron su reclamo ante la impunidad. Las familias de las víctimas de gatillo fácil se hicieron escuchar frente al abandono de los poderes. ¿Cuánto tiempo más esperarán?