15 años sin justicia
Muchos son los casos que la justicia debe resolver, pero pocos son los resultados que valen la pena recordar. Por desgracia, cada año nuestro país es testigo de crímenes atroces que superan la imaginación de cualquier escritor o guionista interesado por el género de terror o suspenso.
El 25 de enero se cumplieron 15 años desde que el caso Cabezas se llevó a cabo por un grupo de mafiosos en la ciudad de Pinamar. El fotógrafo José Luis Cabezas fue asesinado tras recibir dos balazos en la cabeza. Según datos recogidos con el tiempo, Cabezas fue víctima de Alfredo Yabrán, luego de que cubriera la investigación sobre la presunta implicación del empresario en casos de corrupción. Su culpabilidad llevó a Yabrán a tomar la decisión de quitarse la vida, dejando a la justicia la necesidad imperiosa de rastrear y juzgar a todos los implicados.
Con el tiempo, los encargados de llevar a cabo el asesinato salieron a la luz. Así, para aquel entonces, la justicia supo condenar con prisión perpetua a cada uno de los involucrados.
Sin embargo, la satisfacción que los familiares y amigos de Cabezas consiguieron de la justicia se fue extinguiendo con el paso de los años. Tal es así, que en la actualidad casi todos los implicados se encuentran en libertad ya que fueron favorecidos con cambios de carátula o prisión domiciliaria. Con todo esto, las voces que exigen justicia desde 1997 permanecen hasta el día de hoy clamando por la memoria de José Luis Cabezas.
Además es importante recordar que el caso Cabezas representó para la Argentina la prueba cabal de una incorrecta ejecución de las leyes, que provocó la incomprensión y la falta de confianza del pueblo argentino en las ordenanzas judiciales que tenían como tarea promover el bienestar ciudadano.
En ese sentido, es necesario comprender la lucha que colegas y familiares de Cabezas llevan a cabo con perseverancia exigiendo un país que aplique las leyes en tiempo y forma .
De esta manera se llega a entender que lo que pasó con el fotógrafo de la revista "Noticias" hasta el día de la fecha no tiene que volver a repetirse, puesto que hay algo que no queda en duda: José Luis Cabezas fue una víctima del poder. Un poder que consiguió tapar los ojos a la justicia nacional.
Javier Sadir
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