Que todos puedan conocer las herramientas legales básicas que se tienen y de las cuales se puede hacer uso, y así poder acceder a la Justicia, es una meta que Andhes, Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en derechos humanos y estudios sociales, alcanza en cada capacitación que brinda a diferentes comunidades.

El programa Participación democrática y educación en derechos humanos, cuenta con tres ejes: participación democrática, educación en derechos humanos y capacitación y acción legal comunitaria (C.A.L.C.), que puede entenderse como la combinación o fusión de los dos primeros.

La C.A.L.C. es un programa concreto cuyo objetivo es formar orientadores legales y centros de defensa de derechos que queden instalados en la comunidad. Como comenta Ana Laura Lobo, coordinadora de este eje, este espacio “busca garantizar el acceso a la Justicia, acercar el derecho a la comunidad, crear esta figura que esté en constante diálogo con las instituciones del Estado y de alguna manera ejerza control sobre éstas, pero también que las aceite”.

La capacitación para formar orientadores legales en las comunidades dura, aproximadamente, un año. En este tiempo se facilitan conocimientos técnicos básicos en materia de derecho. Pero no es sencillo capacitar en todo tipo de cuestiones legales, por ello en la primera parte del proceso se realiza un diagnóstico para saber cuáles son los problemas que tiene la comunidad en cuestión. A partir de ello se pone énfasis en los temas que representan los nudos problemáticos más fuertes.

Ana Laura explica que los orientadores legales, una vez formados, siguen en contacto con Andhes, porque muchas veces tienen problemas más complejos sobre los que no tuvieron capacitación, o bien porque acontecen hechos que escapan de sus manos. Además, se realizan reuniones con todos los orientadores legales para intercambiar experiencias y conocimientos, enriqueciendo al proceso. La meta es que “los grupos con los que trabajamos vivencien procesos de participación y fortalecimiento grupal, pero al mismo tiempo siempre el objetivo es que los procesos educativos sean, en sí mismos, participativos, que se construya colectivamente (...)”, expresaba Lobo.

El proyecto tiene la dificultad de sostenerse en el tiempo por el carácter de voluntariado que tienen los centros de atención legal comunitaria. Es por ello que una de las modificaciones que se le ha hecho al programa es que se empezó a trabajar con organizaciones sociales que ya estén trabajando en la comunidad, entonces lo que hacen es sumar un nuevo rol, incorporan una herramienta más.

Este programa, impulsado por Andhes, sigue sumando experiencias a lo largo del Noroeste argentino. Muchas son las comunidades que se han beneficiado con la capacitación y han podido resolver o acelerar los procesos judiciales de la comunidad. La educación, base de la participación, es la que permite a los orientadores legales entablar una dinámica fluida con las instituciones del Estado logrando que el acceso a la justicia no sea para unos pocos.

Marianella Triunfetti

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