Los alegatos en el juicio por el femicidio de Ana Ríos
Diez jornadas. Dos semanas de audiencias. Más de cuatro años de búsqueda de justicia. Un imputado: Facundo Guerrero. “Fue femicidio”, dicen la familia, las amistades de Ana Ríos, la joven jujeña que murió en abril de 2018 como consecuencia de una caída desde el cuarto piso. “Fue femicidio”, remarcan las organizaciones sociales que acompañan el pedido de prisión perpetua para quien fuera su novio. Un tribunal, integrado por Stella Maris Arce (presidenta), Alicia Freidenberg y Patricio Prado, decidirá si condena a Guerrero como femicida o si lo absuelve de culpa y cargo, como solicitó su defensa durante los alegatos realizados en la mañana del jueves 18.
Por más de seis horas se escuchó a las partes valorar las pruebas producidas en la decena de audiencias que se llevaron adelante en los Tribunales Penales de la provincia. La primera en hablar fue la representante de la Fiscalía Estela Giffoniello que enumeró las pericias realizadas, destacó los testimonios claves y puntualizó cada una de las pruebas.
Según sus propias palabras, todo el bagaje probatorio refuerza su hipótesis de que fue femicidio.
“En las imágenes tomadas por el policía que ingresó al departamento se ven muebles tirados y rotos”, señaló Giffoniello y subrayó que no hay dudas de que previo al hecho hubo una pelea entre el imputado y la víctima. Más adelante reafirmó su hipótesis: “El testigo del ECIF (Equipo Científico de Investigaciones Fiscales) dijo y demostró que en el audio se escucha el grito de un hombre y a continuación un golpe", señaló haciendo referencia al audio de Whatsapp que Ana envió a un muchacho esa misma madrugada. “Qué ‘flashas’, yo no te tiré onda. Por tu culpa estoy teniendo alto bardo con mi novio”, se escucha decir a la joven estudiante de veterinaria.
Luego llegó el momento de la querella y fue el abogado Juan Mussi quien detalló pormenorizadamente las pruebas extraídas de las pericias. "Había pelos enteros en el colchón del departamento. Le arrancó pelos enteros, como era su costumbre", advirtió el letrado. Destacó las palabras de los psicólogos que hablaron de Guerrero como una persona fría, narcisista, que niega la realidad, con rasgos psicopáticos y con tendencia a la agresión por no poder mediar con palabras.
"A Ana los testigos la describen como una chica trabajadora, estudiosa, con proyectos de vida ¿Dónde están los testigos de Guerrero que dicen que él tenía un proyecto de vida, que era buen alumno?¿Por qué no vinieron a declarar la familia, los padres de Guerrero?", sostuvo el querellante. Tanto él como la Fiscal dijeron que llamaba la atención que los testigos del imputado sólo hayan sido sus amigos de la hinchada del Club Atlético Gimnasia y Esgrima de Jujuy al que se refieren como ‘el lobo jujeño’. “Su mayor preocupación era que no se diga que son una barra brava”, había marcado Giffoniello refiriéndose a uno de los testimonios.
Tanto la Fiscalía como la querella pidieron la pena de prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género. "Si no se incorpora la perspectiva de género en los procesos judiciales seguiremos perpetuando la desigualdad", citó sobre el final de su alegato Juan Mussi y criticó que en el desarrollo del debate se revictimizó a Ana Ríos y a su entorno. "A la víctima no se la investiga y aquí no solo se investigó a la víctima sino que se trató de denigrar su imagen. Pero no pudieron",
Finalmente, la defensa del imputado representada por Cergio Morfil y Gerónimo Martínez pidió la absolución y mantuvieron el tono de todas las audiencias. Fue de esta manera que relativizaron las pruebas aportadas por los peritos, destacaron los testimonios que hablaban de Ana como una persona que cuando bebía cambiaba su personalidad y desestimaron la denuncia que la víctima interpuso contra Guerrero en 2016.
La sentencia se conocerá entre la mañana y el mediodía de este viernes, después que los jueces deliberen tras haber escuchado las últimas palabras del imputado.