Juicio por Ismael: luchar desde adentro
El tercer día de audiencias en el juicio por la muerte de Ismael Lucena y las lesiones a Marcelo ‘Pipí’ López podría haber pasado desapercibido. Un juicio más que se desarrollaba en el Palacio de Tribunales de Tucumán finalizaba su etapa probatoria. Sin embargo, ciertos detalles en el desarrollo de la audiencia sensibilizaron a los familiares de Ismael.
En esta jornada le tocó declarar a la doctora Rita Luna, médico forense que realizó el informe de autopsia del cuerpo de la víctima. La forense explicó que Ismael Lucena sufrió politraumatismo a partir de una fractura producida por el hundimiento del hueso parietal izquierdo. De acuerdo a los estudios forenses, la fractura comprometió de forma grave el encéfalo y produjo un coágulo que afectó su cerebro. De este modo, la herida comprometió órganos vitales que complicaron su respiración y hasta su capacidad sensorial. Estos detalles acerca de las heridas que causaron la muerte de Ismael resultaron impactantes para los seres queridos que participaban de la audiencia. Sin embargo, de esas declaraciones surgieron risas y bromas al momento en que la forense intentaba explicar si las armas que utilizaron los imputados esa noche podrían producir la lesión fatal. Que si la textura era dura o semidura, que si fue la escopeta tipo ithaca o la pistola high power, que si fue el caño o la culata. Todas estas deducciones causaron gracia en la sala debido a ciertos planteos sin sentido, o consideraciones imprecisas, por parte de la defensa. “Me impactó cómo exponían las armas y jugaban. Yo miraba y pensaba ‘qué loco, esas armas son las que mataron al negrito’. No estaban jugando con armas de juguete”, declaró Isabel de la Cruz, cuñada de Ismael que llevó adelante la lucha para que la causa se eleve a juicio oral. Isabel conoce los expedientes y reconoce cada punto y coma de la causa, sin embargo admite que “hablar de la autopsia te impacta porque hablan de un ser querido que ya no está”.
También los abogados querellantes manifestaron su disconformidad con ciertas actitudes por parte de la defensa. “Nos damos cuenta de que hay prácticas en este debate que tienen que ver con interrupciones de la defensa en relación a ciertos intentos de imposición, y las familias nos consultan si es normal este tipo de interrupciones. Esta querella no tiene esas prácticas. Dejamos que tanto los imputados como testigos puedan desarrollar ampliamente sus declaraciones”, expresó Julia Albarracín, abogada querellante, dejando en claro que en ello radica la importancia de la participación ciudadana en las audiencias, porque “esta presencia de la sociedad tucumana, admitida en el código procesal penal, garantiza que el desarrollo se dé con un cierto orden”.
A este trato poco respetuoso hacia la víctima en el desarrollo del debate se suma el comportamiento de la policía que organiza la sala. “Dentro del Poder Judicial, sentí mucha estigmatización por parte de la policía. Yo estuve treinta y ocho horas para enterrarlo a Ismael. Sin embargo tuve que hacer fila y esperar a que me cuenten para ver si había lugar en la sala, mientras el imputado entró con su familia como si nada”, denunció Isabel dejando en claro que no se respetan los derechos de los familiares de las víctimas. “Es duro llegar a estas instancias y ver a los imputados sentados en la sala”. Ante esto Isabel planteó continuar luchando con su mesa de apoyo para hacer escuchar la voz de Ismael y de otras víctimas de gatillo fácil.
La declaración de los testigos finalizó con las palabras de las personas que participaron en el relevamiento vecinal del barrio El Gráfico II, lugar donde ocurrió el hecho. A su vez, la etapa probatoria finalizará esta semana y el lunes iniciarán los alegatos. También es probable que ese mismo día se dicte la sentencia, aunque el Tribunal no se expresó al respecto. “Espero una condena ejemplificadora. Que yo pueda salir ese día y decir que hay que demandar y no callarse, porque dentro de este juicio surgieron declaraciones de testigos que sufrieron amenazas. Entonces, el régimen de los milicos sigue y dentro del poder judicial también”, expresó Isabel de Cruz.
La familia de Ismael no baja los brazos. Sigue luchando incluso cuando empiezan a pensar que llegaron a la meta. La violencia institucional está presente en sus vidas como en la de tantas otras familias tucumanas y es por eso que buscan hacer del caso de Ismael un motivo para que otras víctimas tengan justicia. Porque, como dice Isabel, esta lucha transformó su por qué en un para qué: “Para que estas cosas no sucedan más”.