El lunes 4 de junio la provincia dio un paso más hacia el reconocimiento de los derechos de las personas. Se concretó en la provincia el primer cambio de sexo y de nombres en el documento amparado por la recientemente aprobada Ley de Identidad de Género. En el Registro Civil tucumano se presentaron alrededor de 20 solicitudes para realizar el trámite correspondiente a estos efectos. Una de las primeras personas en iniciarlo fue Rody Humano, la concejal de Bella Vista que está comprometida desde hace años con esta y otras causas relacionadas a las necesidades de las comunidades LGTB (Lesbianas, Gay, Transexuales y Bisexuales). A pesar de que se esperaba que fuera ella la primera en conseguir plasmar en su documento el género que la identifica, fue Jorgelina Zalazar quien logró el pasado lunes hacer valer su legítimo derecho.

Jorgelina se dirigió a la prensa e hizo referencia a los temores que impiden a las chicas trans a tomar la decisión de dar este paso. Esto es así en parte porque más allá de la ley se encuentra la mirada reprobatoria de muchos miembros de la sociedad. Comentó casi anecdóticamente la situación que se vive en hechos cotidianos, como por ejemplo estar en una sala de espera médica y que el profesional llame con un nombre que no corresponde al aspecto físico del o la paciente. Son este tipo de situaciones que en algunos casos pueden no pasar de ocasionar un momento incómodo pero en otros ocasionan malestares mucho más profundos que impiden a travestis, transexuales y transgéneros llevar adelante su vida con la normalidad que se merecen.

El trámite del cambio de sexo, que consiste en la presentación de un formulario de pedido de reconocimiento de identidad y la copia certificada de la partida de nacimiento y del DNI, puede llevar alrededor de 10 días. Luego de esa primera presentación, el Registro Civil  dispondrá la reserva de la partida de nacimiento para generar una nueva, que referirá a una resolución interna de cada dependencia donde quede registrado el acto. Cabe mencionar que la ley establece que esto se haga de forma confidencial. Por otro lado, se deberá iniciar otro proceso más extenso que permitirá adecuar la documentación escolar y de cualquier formación institucional, así como también de salud, previsión social y aspectos patrimoniales.

Con lo expresado en el párrafo anterior queda claro que todavía resta un largo camino por andar en lo que a trámites administrativos se refiere, pero un camino que ya se abrió, que algunos empezaron a transitar y al que se irán sumando más personas que ahora están protegidas por una ley que garantiza la legalidad de su legítimo derecho.

Gabriela Cruz

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