Con la esperanza de condena para todos
El 8 de agosto se cumplieron seis meses desde que se dio inicio al juicio más importante de los últimos tiempos en la provincia. Un juicio histórico para el país, que busca después de 10 años condenar a los 13 culpables por el secuestro y desaparición de María de los Ángeles Verón. En estos meses muchas cosas fueron variando, principalmente la dinámica dentro del recinto y el orden planteado por el tribunal, pues en muchas oportunidades los testimonios fueron muy extensos, como así también se dieron discusiones entre los abogados querellantes y defensores; incluso algunos fueron sancionados económicamente.
Desde la semana pasada, tomó la posta en el frente de batalla una nueva abogada por la querella, María Rosa Ponce, quien por cuestiones familiares no se había hecho presente anteriormente. Ponce trabaja con el resto de los abogados desde hace años para lograr llegar a estas instancias, en una causa en la que por un lado está una mafia organizada y por el otro, quien impulsa la investigación es solo una madre. “Este es un juicio donde todas las probabilidades decían que nunca se iba a llegar. A Susana claramente los hoy imputados les decían, les gritaban que nunca los iba a sentar adonde hoy están sentados”, manifiesta la Dra. Ponce.
Además, reconoce la importancia de este juicio histórico debido a la naturaleza del mismo, “cuando desaparece una chica joven, generalmente el prejuicio le gana a la negligencia y por ahí estas cosas no avanzan a nivel policial y por ende tampoco a nivel judicial”.
En su debut, la doctora Ponce tuvo en frente al ex secretario de la fiscalía, el Dr. Baaclini, a quien Susana Trimarco reiteradas veces reconoció como uno de los personajes políticos que entorpeció la investigación cuando Marita desapareció. “El doctor Baaclini es una persona bastante especial, nosotros nos hemos visto obligados a pedir falso testimonio”, remarca Ponce. En su declaración, Baaclini se descargó contra Trimarco y reafirmó que la desaparición de Marita fue exclusivamente una cuestión familiar. Durante los días posteriores, se realizó un desfile de testigos por parte de la defensa del Dr. Molina, incluyendo ex policías, vecinos y un pariente de la imputada Danila Milheim. En total fueron ocho testigos los que declararon en la Sala II de la Cámara en lo Penal de la provincia, aportando pequeños datos a la causa.
Se estima que faltan 32 testigos por declarar, siendo casi todos ellos aportados por la defensa; sin embargo, la querella espera la presencia de una victima más de la trata, quien aseguró haber visto a Marita en cautiverio y reconoce a sus captores.
De este modo, se cree que en octubre se finalizará con las testimoniales, para pasar a la deliberación y lectura de los alegatos en noviembre, con la esperanza de que los 13 testigos imputados reciban condena. “Nosotros creemos que tenemos pruebas contra todos pero el tribunal sabe que va a estar al frente de un juicio muy difícil como lo es este”, afirma la doctora Ponce y agrega “las expectativas residen en el castigo de quienes nosotros indicamos que saben lo que pasó, después de ahí la esperanza paralela es dar con el paradero de Marita, que íntimamente es nuestra primera finalidad”.
Delfina Campero
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