Un fallo históricamente decepcionante
Tristeza, angustia, repudio y desesperanza fueron muchos de los sentimientos que se vivieron el martes 11 de diciembre a la tarde. A las 20:30 h el tribunal del juicio por el secuestro y desaparición de Marita Verón decidió abrir las puertas de tribunales. Un hora más tarde dieron a conocer la sentencia que desilusionó a muchos. La convocatoria fue a las 17 hs. Gran cantidad de periodistas locales y del resto del país se hicieron presente para las acreditaciones. Junto a ellos, militantes de diferentes agrupaciones sociales y el público en general asistieron para vivenciar este día que sería histórico para Tucumán.
Bajo los rayos del sol una columna de gente atravesaba la plaza Yrigoyen, con Susana Trimarco a la cabeza. Muchos funcionarios nacionales y provinciales no se quisieron perder de este momento y acompañaron a Susana en su caminata.
Antes de cruzar las vallas previamente puestas, todos los presentes cantaron “Todavía cantamos”, de Víctor Heredia. Un momento sin dudas emocionante, que finalizó con los gritos de fuerza para Susana y uno especial para Marita Verón.
Ya eran las 18hs, cuando las puertas de Tribunales debían estar abiertas, sin embargo el rumor de que la audiencia se posponía una hora más comenzó correr. Ningún miembro del poder judicial se hacia presente en las puertas para dar alguna explicación. Mientras tanto, Susana Trimarco, sus abogados, funcionarios del gobierno y el publico en general, permanecían en la puerta.
El calor era agobiante y la noche empezaba a caer. Se hicieron las 20hs y un cordón de gendarmes impedían la entrada, hasta que las puertas se abrieron entre golpes y empujones.
No canten victoria, sólo era una vaya superada, ya que en el primer piso del palacio de tribunales había otro impedimento más que prohibía entrar a la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán. Habrá sido el calor, habrán sido los nervios, habrán sido otras presiones, pero los ánimos comenzaban a caldearse. Así fue que el Dr. D' antona, abogado de la querella, comenzó a pelear con un fotógrafo y, luego, con el jefe de policía que impedía el paso al recinto. Mientras tanto, los 13 imputados con sus abogados ya estaban "sentados en la sala con aire acondicionado", como dirá Susana más tarde al ver la escena.
Cerca de las 21hs, el tribunal se llenó de coraje y decidió comenzar la lectura de la sentencia. No duró más de 15 minutos, fue clara y concisa. La secretaria del tribunal leía titubeante que: se consideraba absoluta ineficacia a las pruebas de testigos producida respecto a los 13 imputados. Quizás el momento más fuerte fue cuando se escuchó que Liliana Medina, José Fernando Gómez y Gonzalo José Gómez estaban absueltos de los cargos que se les atribuían; ya que las jóvenes testigos que declararon en los 10 meses de juicio, señalaron a estos como los principales culpables del secuestro y desaparición de Marita Verón.
La indignación era generalizada. Nadie podía creer que el tribunal fallaría de esta manera. Lágrimas en los ojos, gritos e insultos invadieron la noche tucumana que, lejos de tener una condena histórica y memorable, se desilusionaba de la justicia provincial. “Es una sociedad que necesita de justicia que este a la altura de las circunstancias. Hay que esperar a leer los fundamentos de la sentencia para emitir una opinión, pero es muy sospechoso que un hecho con tantas pruebas, haya fallado de esta manera”, remarcaba el Secretario de DDHH de la Nación, Martín Fresneda y agregó que desde el Estado se brindaría todo el apoyo necesario para que la causa se esclarezca.
A la salida de tribunales, la gente que vigilaba la puerta comenzaba a decepcionarse al conocer el fallo vía redes sociales y, más que nunca, hicieron un abrazo solidario a Susana.
Fue entonces que la improvisada marcha de manifestantes acompañó a Trimarco y los suyos hasta la fundación que lleva el nombre de su hija. La conferencia de prensa dejó ver que esta sentencia, para muchos nefasta, no haría perder ni un segundo la fortaleza de la mujer. “Estamos más fuertes que nunca, esto no termina acá, esta estafa que vimos acá descaradamente es una vergüenza para el país. Nosotros vamos a llegar hasta las últimas consecuencias. No vamos a parar hasta no hacer juicio político por estos tres corruptos”, decía firme Susana, reconociendo que este fallo estuvo manejado por intereses económicos, al adjudicar a la “Chancha Ale” como la fuente que pagó dinero a los tres jueces del tribunal.
Luego fue el momento del Dr. Varela, quien expresó “No nos han vencido. Esta derrota circunstancial y temporal nos hace mucho más fuertes por Micaela, a la cual le tenemos que explicar lo inexplicable, y nos hace más fuerte por Marita, a quien vamos a seguir buscando”. Todos los abogados de la querella se mostraron conmocionados, sin embargo firmes al lado de Susana expresaron su total desacuerdo frente a la opinión judicial.
“Desde hace 10 meses que estamos con esto, hace un mes que vienen trabajando en la sentencia, qué pasó a ultimo momento, ¿pasó algo?”, se preguntaba el Dr. D´antona, y agregaba “ yo puedo entender que digan ´con éste faltó una prueba´, pero ¿ni una condena? Es una falta de respeto a la constitución de Tucumán y van a pagar con el cargo”.
Más allá de las múltiples emociones que se vivieron, Susana Trimarco y su equipo de abogados se muestran más fuertes que nunca, ya que ésta es una derrota más en el camino que recorren desde hace 10 años, pero esta batalla contra toda una mafia organizada no se va a terminar.
“Vamos a seguir luchando, vamos a seguir buscando a Marita, vamos a seguir apoyando a las víctimas”, sentenció Susana Trimarco al final del día.
Delfina Campero
dcampero@colectivolapalta.com.ar
Fotografías de Bruno Cerimele