La Palta

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Volvemos a las calles

Fotografía de Valentina Becker.

Chiara. Un nombre que tal vez algunos recuerden. Otros, la mayoría, no. Una adolescente que en 2015 fue asesinada por su novio. Estaba embarazada. Era casi una niña. De alguna manera, Chiara fue el motivo por el que el año pasado la convocatoria del 3 de junio fue masiva en muchos puntos del país. Una oportunidad donde la sociedad salió a las calles y se apropió de la consigna Ni Una Menos. Optimistas, quienes forman parte de organizaciones de mujeres, pensaron tal vez que esta masiva protesta podía traer, por parte de Estado, soluciones concretas al problema de la violencia contra las mujeres. Eso no sucedió. El gobierno cambió y las faltas siguen siendo las mismas.

“Tuvimos 66 femicidios en los primeros días del año, tres femicidios de niñas en las últimas semanas. Esto nos da la idea que con toda la demanda planteada el 3 de junio del año pasado no se ha hecho nada”, dijo Vicky Disatnik, de la Casa de las Mujeres de Norma Nassif, mientras golpeaba con el puño la mesa de la cátedra de psicología social de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Tucumán, donde se desempeña como docente. Si bien realizaron estadísticas desde el Poder Judicial, necesarias para el planteamiento de políticas públicas, la psicóloga y docente postuló que no se han tomado medidas de fondo que paren con los femicidios. Las mujeres continúan muriendo víctimas de la violencia machista y el Estado, aseguró, es responsable. “Hay 286 víctimas del año 2015. Una mujer cada 26 horas, casi una por día. Estamos hablando de una tragedia nacional”. Los números son contundentes y esta militante lo sabe.

Desde la Casa de las Mujeres hace años vienen impulsando el proyecto de emergencia en violencia sexual y doméstica. Al hablar de emergencia, dijo Disatnik, se intenta poner el foco en lo más urgente. Un paralelismo puede llegar a ser clarificador. “Vos podes tener sequía en todo el país, pero hay un lugar donde se están muriendo los animales y las plantaciones. Bueno, es ahí donde el Estado pone su presupuesto y asume una emergencia”. Para la organización la violencia sexual y doméstica son las dos prioridades, de entre todas las violencias contra las mujeres. Esto es así, sostiene la referente, porque “son las dos cosas donde, hoy, las mujeres pierden la vida”. El proyecto de emergencia, contó Vicky, nació en Jujuy después del caso de Romina Tejerina. Una joven que en el año 2005 fue condenada a 14 años de prisión por el homicidio de una niña que parió fruto de una violación, según sus declaraciones. Su caso generó un gran movimiento de mujeres que se organizó para pedir su liberación. Después de eso empezó a salir a la luz un gran número de casos de violencia sexual en el pueblo de donde era oriunda Romina. Por este motivo, el proyecto planteaba, al comienzo, la emergencia en violencia sexual. “Después, empezamos a ver que el tema de los femicidios también necesitaba de una emergencia porque eso achicaría enormemente las cifras”. Así fue como se terminó poniendo el foco en estos dos tipos de violencia, la sexual y doméstica, por su relación estrecha con los femicidios.

El proyecto se asienta sobre tres pilares que, según sostienen desde la Casa de las Mujeres, son primordiales para brindar una solución concreta al problema. El primer punto es la creación de refugios que permitan a las mujeres que sufren violencia contar con lugares donde recurrir. Entrega de subsidios es el otro punto. “Las mujeres más humildes muchas veces no se van de sus casas porque no tienen trabajo para mantener a sus hijos”, explicó Vicky. Por último, la prevención a través de medios de comunicación y la formación de equipos de profesionales que puedan abordar la temática. “Yo hace 30 años no aprendí nada de esto en la UBA y hoy los chicos aquí - por la facultad de Psicología- no aprenden nada sobre esto”, sentenció. Como toda emergencia, necesita de presupuesto. En el marco de la Ley 26.485, de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, se destina 0,80 centavos por año a cada mujer. “Así es claro que jamás va a tener éxito”, denunció Disatnik haciendo referencia a la falta de decisión política para brindar soluciones que terminen con la violencia contra las mujeres.

La marcha de hoy, que en Tucumán comenzará a las 16:30 desde avenida Sarmiento y Laprida hacia plaza Independencia, es amplia en sus exigencias y reclamos. Una bandera importante es el movimiento que exige la libertad por Belén, una joven condenada luego de haber sufrido un aborto espontáneo, según sostuvo su abogada defensora, Soledad Deza. “Una joven que confió que en un hospital podía resolver su salud y fue maltratada, violentada, torturada y llevada a prisión directamente desde la cama del hospital. En este caso se concentran muchas de las cosas que les pasa a las mujeres pobres cuando tienen un aborto”, reflexionó Vicky y con eso dejó claro que las violencias que sufren las mujeres todos lo días son muchas. “El 3 de junio del año pasado abrió un camino que no tiene marcha atrás. El movimiento de mujeres en Argentina es muy fuerte. Las mujeres han dicho basta y están dispuestas a pelear. La consigna volvemos a las calles, me parece, que expresa eso. No se resolvió nada. No resolvió Cristina (Kirchner), no resolvió Macri. Por lo tanto la gente vuelve a manifestarse”, concluyó e invitó a la sociedad a volver a ocupar las calles y sostener la lucha.