La Palta

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Fiesta de la diversidad

Fotografía cortesía de Cristian Romano

"En el show de drag queen, por ejemplo, fueron la mamá, la abuela y la tía de uno de los chicos a verlo actuar en el boliche. O que la fan número uno de Giuliano Sterpino es una mujer taficeña de más de 50 años que encuentra en el festival un artista que la conmueve, que le interesa”. Así resume Marcos Acevedo al 2° Festival de Arte y Cultura LGBTIQ que organizó como secretario de Cultura de Tafí Viejo junto a artistas tucumanos. Dice que son fotografías que le quedaron plasmadas, como aquellas que se recopilan a lo largo de la vida. Imágenes que van contando el espíritu interior, el espíritu de un festival en este caso.

Que Tucumán tenga un evento de estas características no es nada casual. Si la mente de Marcos se remite a un momento exacto va directo a la secundaria. Por aquellos años comenzó una militancia enriquecida por los aportes de los profesores que le abrieron la cabeza, que lo llevaron a recorrer con una mirada crítica la sociedad en la que vivía como un adolescente homosexual asumido. “Empiezo a pesar cosas que eran constitutivas de mi crecer en la ciudad y que sentía que se tenía que manifestar de algún modo. Pero no solo tiene que ver con el teatro, sino con las clases de filosofía de Pedro Salinas y todo lo que venía aparejado con eso, con ciertos temas que son un poco tabú dentro de la formación secundaria tradicional y que en Tafí Viejo no lo eran”, sostiene.

La militancia es uno de los pilares que mantienen hace dos años el festival. Y no solo desde una perspectiva política en la que prevalece la decisión de generar políticas públicas para abordar la temática LGBTIQ, sino también de una económica donde los recursos son limitados y las expectativas muy amplias. Así pasó este año, donde hubo una programación artística de cuatro días en la que muchos de los artistas cobraron un caché más bajo de lo que cobrarían en otros eventos. Por ejemplo, Jorge Gutiérrez realizó gratis la curaduría de la muestra Ro(do)mance de Rodolfo Bulacio. La muestra se exhibe aún en la Casa del Bicentenario de Tafí Viejo (avenida Alem 753).

“A mí me gusta decirle problemática (de género) por más que la gente diga que no; creo que sí es conflictiva la relación con la sociedad”, aclara Marcos sobre el abordaje y la perspectiva que tomó el festival para el 2017. Eso se notó en la cartelera de espectáculos que lejos estuvo de ir al choque e incluyó propuestas que apuntaron a la inclusión, al dialogo, a la aceptación del otro con que el que se comparten muchas cosas. “Uno podría programar artistas o espectáculos que son más controversiales, que son más ásperos, duros, y no es la intención. En este momento necesitamos construir puentes, tender puentes con la gente, que sientan que somos personas parecidas, que tenemos intereses parecidos, lo que es relativo, porque tenemos intereses parecidos y en otros somos muy diferentes”, agrega.

La segunda edición se organizó de forma colectiva a través de los referentes que colaboraron desinteresadamente para que se concrete. Las anécdotas de los grupos de Whatsapp pueden dar cuenta eso y del gran nivel del arte que decide abordar la problemática de género como el cortometraje Jazmín, la performance El Oráculo, la presentación de Barby Guamán o el recital de Giuliano Sterpino. Se buscó generar una propuesta comprometida desde lo político y con un discurso “no edulcorado, no light, no superficial, con compromiso de militancia entendiendo la profundidad de la temática. Es importante que la calidad artística de lo que mostramos sea alta, no es que estás programado porque pertenecés a la comunidad (LGTBIQ). Estás programado porque pertenecés a la comunidad y lo que hacés tiene una gran calidad”, precisa Marcos.

La actuación de Manu Sija quedó dentro de manojo de asignaturas pendientes para el 2018, porque sin dudas el festival va a seguir replicándose hasta instalarse dentro de la agenda cultural de Tucumán y el país. Manu Sija es joven músico tucumano, de prestigio internacional, que hace unos años se asumió gay dentro del mundo del folclore argentino y denunció la discriminación en el ambiente. La agenda no le permitió estar en Tafí Viejo, pero Marcos no trastabilla al asegurar que se redoblarán las apuestas para el año entrante, porque una fiesta de la diversidad tiene que tener un poco de todos.