La Palta

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Con mi estupidez no te metas

Acuérdate de mí cuando vinieres

a tu reino, y la voz inconcebible

que un día juzgará a todos los seres

le prometió desde la Cruz terrible

el Paraíso. Nada más dijeron

hasta que vino el fin, pero la historia

no dejará que muera la memoria

de aquella tarde en que los dos murieron.

 

Oh amigos, la inocencia de este amigo

de Jesucristo, ese candor que hizo

que pidiera y ganara el Paraíso

desde las ignominias del castigo,

era el que tantas veces al pecado

lo arrojó y al azar ensangrentado.

 

Lucas 23 (Fragmento) J.L. Borges 1960


Alejandro Dolina, en uno de sus juegos intelectuales, había elaborado a principios de los 90 una teoría a favor de la maldad y la estupidez ostensibles. Venía a funcionar como una especie de adelanto para evitar sorpresas, desilusiones y traiciones. Así cada persona podría elegir sus amistades o amores sin el riesgo de sufrir ante la traición de quienes, con tiempo y disimulo, se habrían transformado en seres queridos que, decía Dolina, son las únicas traiciones que duelen. Así la persona estúpida no trataría de engañar con retruques al paso, salidas ingeniosas o citas de autor, sino que se mostraría flagrantemente estúpida para que su verdadera condición estuviera a mano y nadie pudiera verse atraída por una supuesta inteligencia que en realidad no era tal (si es que se considera a la inteligencia como una característica deseable y/o atractiva). Lo mismo corría para las personas malvadas y traicioneras. Esto no significaba que esas personas quedarían aisladas, sino que daba poder de elección a las personas sin temor al engaño. Si el engaño, la maldad o la estupidez formaban parte constitutiva de un sujeto particular, bien haría esta persona en mostrarse tal cual era para evitar al resto embarcarse en relaciones infructuosas.

Fotografía de Ignacio López Isasmendi | La Palta

Pero estupidez y maldad no sólo se encuentran en esta teoría dolineana, que no es más que una gracia silogística. Para Borges la interrelación entre estas dos características es más profunda. En su “Lucas 23” relata poéticamente el momento en que el ladrón crucificado a la par del Cristo, y habiéndolo reconocido como el hijo de Dios, le pide misericordia y solicita un salvoconducto al paraíso. Pero dice en su última estrofa que la inocencia de este sujeto, su espíritu cerril, la simpleza que lo convirtió en un ladrón y asesino y lo condujo por el camino del mal es la misma que lo llevó a reconocer en el hombre que estaba a su lado a su salvador. En Borges la simpleza y la estupidez conducen o forman parte constitutiva de la maldad; una cosa lleva a la otra. Esta relación que en Borges aparece velada por la profundidad de su literatura se muestra hoy ostensible y flagrante como pedía Dolina. Las marchas para exigir la eliminación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) demuestran cómo estas dos características se enlazan en un peligroso juego que incluye decisiones de Estado que influyen en la vida de millones de argentinos. 

Se ha desatado luego del rechazo de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) una reacción conservadora encabezada por la Iglesia católica y acompañada por las iglesias evangélicas (que silenciosamente han ido ganando poder) que pretende arrasar con derechos conquistados en función de la existencia de un supuesto “orden natural”, de valores inasibles o una idea de familia que en la realidad no existe sino como una posibilidad entre muchas otras. En este marco ha tomado cierta envergadura la campaña Con Mis Hijos No te Metas, que pretende eliminar la escasa implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) en todo el país. Esta campaña, que distribuye todo tipo de argumentos falaces, convocó este domingo 28 de octubre actos públicos para repudiar esta ley. En Tucumán, única provincia que no adhirió a las leyes de Salud Sexual y Procreación Responsable ni ESI y donde se enseña catequesis a los niños de primaria, la marcha convocada por el espacio contó con la presencia del arzobispo Carlos Sánchez, el legislador Raúl Albarracín, el concejal Ricardo Bussi (hijo del genocida Antonio Domingo Bussi) y el ‘gaucho’ Rubén Coletti (protagonista del hecho vandálico que intentó borrar los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo de la plaza Independencia).

Fotografía de Ignacio López Isasmendi | La Palta

Durante el acto se escucharon argumentaciones de todo tipo: la inmensa mayoría de ellas de carácter discriminatorio y basadas en supersticiones. Algunos ejemplos que no serán refutados porque no hace falta:

  • Una integrante de EPASI (Equipo de prevención contra el acoso sexual infantil) Tucumán declaró que esa institución rechazaba la ley porque “la ESI tapa el abuso sexual infantil entre niños y entre un adulto y un niño. Por ejemplo, para enseñar las diferencias y similitudes (los maestros de ESI) les piden a los niños que se toquen entre ellos sus partes íntimas y también los adultos los incitan a que se bajen la ropa interior.La modificación que se le quiere hacer a esta ley pretende que sea de orden público, es decir que no se respete el ideario institucional ni la opinión de los padres porque la patria potestad para ellos ya no va, sino lo que ahora llaman responsabilidad parental de lo cual los niños ya no son de los padres sino del Estado. Estamos, entonces, ante una ideología comunista, totalitarista, donde, como está ocurriendo en Canadá y en España, al papá que no acepta esta ideología le quitan los hijos. Esta ley enseña la sexualidad en la diversidad, es decir que a un niño de cinco años además de enseñarle cómo viene un bebé a partir de un papá y una mamá les enseñan homosexualidad, es decir cómo tienen relaciones los homosexuales, eso es perverso, la Ley de Diversidad Sexual es perversa”. 

  • El legislador Albarracín explicó su presencia allí argumentando que “la ley ESI como está concebida se encuentra en interrelación con la ‘Ley de Salud Sexual y Reproductiva’ (realmente llamada Ley de Salud Sexual y Procreación Responsable) y eso implica que se introduzca el aborto y la ideología de género en la educación. Estamos buscando una educación sin ideología de género, sin adoctrinamiento sin aborto y que se promueva la cultura de la vida y del respeto. Esta política (la distribución de información sobre anticoncepción) ya tiene más de 16 años y ya ha demostrado su fracaso porque solamente lo que hace es fomentar la promiscuidad e incrementar los embarazos adolescentes, no formamos en la verdad y los valores a nuestra gente. Lo que necesitamos es que promovamos valores, promovamos la educación como corresponde y vamos a poder concretar los objetivos que con la salud sexual y la ESI no se logran”. 

  • Mirta, una mujer de unos 55 años que portaba una cabeza de humana de tergopol con carteles contra la ESI, expuso: “Hay que defender a nuestros hijos de la ideología de género que intenta matar su inocencia, que intenta matar la bondad, matar el bien, matar la constitución provincial y nacional. Todos los padres y ciudadanos argentinos debemos salir a la calle a decir no a la ideología de género que es una podredumbre, un veneno ideológico que habla del aborto, que habla de una educación integral que no tiene que ver con conocimientos biológicos ni científicos sino con puro adoctrinamiento. La ideología de género es una dirección filosófica sexual que apunta a que no hay dos sexos, sino que hay diversidad de géneros. Yo soy una mujer católica y Dios manda que el hombre es varón y mujer, no hay otro género posible solamente se nace varón y mujer con todas las características que el sexo biológico imprime a la persona. Se nace varón o mujer, no se nace gay ni lesbiano [sic], las construcciones culturales no tienen ningún fundamento biológico ni científico. Que cada uno sea lo que sea pero que a mis hijos no le metan veneno en la cabeza porque hay una sola verdad y es que se nace varón o mujer.No estoy de acuerdo con los anticonceptivos, me parece que son abortivos y son parte de toda la campaña abortiva que ya sabemos que desde el gobierno nacional se viene estableciendo. Yo lo he votado a Macri y lamento con todo el corazón ese voto porque realmente me ha decepcionado y ha desilusionado a la mayoría de los argentinos que sostienen los valores de la familia los valores de la vida y la constitución”. 

Argentina y Latinoamérica asisten a un momento complejo y oscuro; la hiperconexión, la proliferación de fake news a través de las redes sociales y la incapacidad de una porción no desdeñable de la población para distinguir entre hechos y opiniones, entre noticias verdaderas y falsas dan como resultado un futuro incierto. Esta situación azuzada por el rol adoctrinador de las iglesias está llevando a la población a discutir por no retroceder en lugar de avanzar. La Iglesia católica muestra su poder de manipulación, un poder que se funda en su prerrogativa de educar a una importante parte de la población en sus colegios privados (con subvención estatal) en una ideología reaccionaria y anticientífica y en sus estrechos lazos con el poder político a ambos lados de la famosa grieta. Mientras tanto para los niños y las niñas abusadas en el marco del seno familiar o por los sacerdotes no hay defensa, para los adolescentes no hay información acerca de la prevención de embarazos ni acceso a los métodos anticonceptivos, para las mujeres abusadas y embarazadas pretenden que no haya aborto legal, todo esto regado por otro axioma: para las mujeres embarazadas por santos espíritus no se reclama criterio biologicista ni científico.