Por Gabriela Cruz

Después de cuatro años de espera, este lunes 27 de septiembre inicia el juicio por el transfemicidio de Ayelén Gómez. El 12 de agosto de 2017 el cuerpo de la mujer trans asesinada fue hallado en una de las tribunas del Club Lawn Tenis de la capital tucumana. “Entre los principales objetivos de la organización a la que represento está que, además de obtener justicia, el juicio se realice con una perspectiva de género, con una mirada transfeminista. Y que el tribunal tenga en cuenta la realidad que viven las compañeras y entienda la trama de violencias a las que son sometidos cuerpos de las personas trans”, dice Martín González, abogado de la organización Andhes (Abogados y Abogadas de Derechos Humanos y Estudios Sociales) que representa a la querella.

Claudina Rukone, activista tucumana y referente de la Asociación Civil Mujeres Trans Argentinas, considera que las expectativas respecto de este juicio son muy bajas. “Sabemos que la investigación fue deficiente. En estas instancias le exigimos al Estado, que en su momento la dejó abandonada, se haga responsable y haga justicia”, dice. 

Martín González advierte: la causa está caratulada como homicidio simple y no como transfemicidio. “Hemos pedido el cambio de carátula por el de homicidio agravado por odio hacia la identidad de género en reiteradas oportunidades, pero jamás nos fue concedido”, indica el abogado. 

Lo que dijo la autopsia de Ayelén

La autopsia determinó que Ayelén murió por asfixia mecánica por sofocación. Al mometno del hallazgo, su cuerpo estaba desnudo, con golpes y tierra en la garganta. El único imputado por el crimen es Adrián Miranda, apodado El Bandera, quien está en libertad desde que se cumplieron los plazos de la prisión preventiva. “Nos preocupa que además durante el juicio se juzgará al imputado por una causa de robo que nada tiene que ver con el transfemicidio de Ayelén”, dice González. Y señala que, de alguna manera, se está equiparando la vida de una persona con objetos materiales. 

Un caso testigo de las violencias hacia las mujeres trans

En abril de 2012, Ayelén Gómez había sido detenida, violada y abusada por dos policías de la seccional segunda de San Miguel de Tucumán. Apenas recuperó su libertad hizo la denuncia correspondiente y a los pocos meses se mudó a la provincia de Buenos Aires. Una vez instalada, empezó a estudiar en el Bachillerato Travesti Trans Mocha Celis en la Ciudad de Buenos Aires. 

“Quizás lo que diferencia de Ayelén con muchas otras chicas es la relación con su familia, que la apoyó siempre”, dice el abogado de la querella. “Es una familia muy humilde y tanto su mamá, como sus hermanas y sobrinitas, estaban muy contentas cuando ella volvió de Buenos Aires”, comenta González recordando que en 2016 regresó a la provincia. 

Tras su paso por el Bachillerato Mocha Celis, Ayelén quería seguir estudiando. Por eso en San Miguel se había acercado al Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas (Cetrans). “Ayelén es un caso testigo que refleja de manera cruda la historia de vida del colectivo de mujeres trans y travestis”, señalan desde la organización Andhes. Y agregan: “las mujeres trans y travestis ven afectada su dignidad humana con la exclusión y la falta de acceso a la salud, a la educación, al trabajo y la justicia, como así también se enfrentan a la discriminación, a la criminalización y a múltiples y reiteradas manifestaciones de odio hacia su género por parte de la sociedad”.

Ayelén: sinónimo de lucha y organización

“Desde el asesinato de Ayelén, las cosas cambiaron en la provincia. El colectivo de travestis y trans nos empezamos a encontrar y a unir para que no se repita. Y aunque lamentablemente esto no ocurrió así, las mujeres trans nos pudimos organizar, alzar nuestras voces y hacernos oír. Hoy existen muchas organizaciones de mujeres y personas trans”, analiza Claudina. 

Hoy hay una biblioteca popular en la ciudad que lleva su nombre y organizaciones creadas específicamente para afrontar la coyuntura en el contexto de la pandemia, la comunidad trans tucumana empezó a salir a las calles y a coordinar acciones para exigir se garanticen sus derechos. “Hemos aprendido que lo que pedimos no son privilegios sino derechos que fueron históricamente vulnerados y postergados”, remata Rukone 

Las audiencias del juicio están previstas para el lunes 26 y martes de 28 de septiembre en la sala primera de la Cámara Penal Conclusional. El tribunal está integrado por las jueza Wendy Kassar y María Fernanda Bahler y el juez Emilio Paez de la Torre.