Continúan las audiencias en el juicio por Ana Picone
El pasado lunes empezó el juicio por Ana Carolina Picone, que tiene como único imputado a Gerardo Bazán, acusado de haberla instigado al suicidio. Ana era policía y tenía 29 años, cuando, el 17 de junio del 2022, falleció en El Colmenar -Tafí Viejo, luego de dispararse en la cabeza. El arma que utilizó pertenecía a Bazán, guardiacárcel y expareja de Ana, con quien tenía una hija de un año.
Ana había realizado numerosas denuncias en contra del acusado y hasta contaba con un informe elaborado por la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), en el que se indicaba que se trataba de un caso de alto riesgo. “Se observaba un claro desequilibrio de poder. Se daba cuenta de que era un hombre muy celoso y posesivo que se oponía cuando ella quería lograr una autonomía laboral”, sostuvo Juan Ávila, psicólogo de la OVD, en su declaración. En aquel informe, Ana manifestó dos situaciones en las que recibió agresiones físicas por parte de Bazán: la primera vez fue cuando obtuvo el nombramiento como policía y la segunda, en su regreso al trabajo luego de finalizar su licencia por maternidad.
“Cuando nació su hija, para ella fue todo. Tenía muchos proyectos con ella. Quería formar una familia, pero no pudo por el maltrato que sufría con su pareja”, dijo Rodrigo Medina, amigo de Ana. La amistad que mantenía con Ana fue cambiando con el tiempo, los mensajes eran cada vez menos y cuando la invitaba a salir ella siempre decía que no. “Para mí, él (Gerardo Bazán) no la dejaba contestar”, sostuvo Rodrigo. A lo largo de las audiencias, los celos de Bazán quedaron plasmados en cada declaración de los familiares de Ana.
“Quiero verte engusanada morir como te mereces. Juro por lo que más quiero que te veré derrotada”, fue uno mensajes que el imputado envió a Ana un año antes del hecho. “Eran muchísimos mensajes con agresiones”, dijo Edgar Aranda, perito del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) en la quinta jornada del juicio. El licenciado fue el encargado de realizar las pericias a los celulares de Ana y Bazán. Durante casi cinco horas de audiencia, se expusieron las conversaciones que ella mantenía con el imputado dejando en evidencia las constantes amenazas e insultos que recibía.
La hipótesis de la fiscalía
Según la investigación realizada por la fiscalía, el imputado mantuvo una relación durante tres años con Ana, marcada por la desigualdad de poder, en la que él ejercía constantemente violencia física y psíquica. Este contexto de violencia de género demuestra, según la hipótesis del fiscal Ignacio López Bustos, que Bazán instigó y persuadió a la víctima para terminar con su vida. “Cuando decimos que persuadió a la víctima, nos referimos a humillaciones hasta disminuir su autodeterminación y autoestima”, dijo el fiscal en su alegato de apertura.
El juicio por instigación al suicidio de Ana Picone, se trata de uno de los primeros de estas características en llegar a juicio oral y público en nuestra provincia. “Tenemos evidencia efectiva”, dijo el abogado querellante Antonio Lucena.
Las audiencias continuarán el día de hoy, donde se terminarán de exponer los mensajes de texto y audios de los celulares de Ana y Bazán. Se espera que esta semana terminen de declarar testigos claves en la investigación y así dictar sentencia.