La Bicha: recuerdos de la estrella entre las estrellas
Artista, conductora, militante, pionera, referente. Las palabras para definir a Maritza Ferrer parecen no alcanzar. Para toda la comunidad LGBTIQ+, este ícono de la noche tucumana, siempre será La Bicha. “A mí me decía su pimpollo”, recuerda la activista y militante, Michelle Ruiz, cuando habla de quien, en sus propias palabras, “era la luz que lo iluminaba todo”.
“¿Quién no conocía a La Bicha”, dice la artista y militante trans Claudinna Roukone. “Es una personalidad tucumana que está totalmente inmortalizada en nuestros recuerdos y en nuestras historias”, agrega al tiempo que recuerda cuando la conoció entre los años 2002 y 2003. “Marcó generaciones y si bien es doloroso la pérdida de un personaje así, me quiero quedar con las cosas que le hacían brillar: los desfiles, sus pelucones, siempre con sus ‘modelitos’, sus chistes y ese humor ácido, que la caracterizaba”.
“Para mí es una conductora”, resume Galo Ismael. Cuando habla de conductora, se refiere a su rol frente a los micrófonos (ya sean los de la radio o de los espectáculos que supo conducir) pero -explica Galo- “sobre todo a la conducción de ayudarnos a ser quienes queramos con valentía y con esa hermosura tan propia de la Bicha”.
Dicen que era ácida en su humor y en su palabra. Dicen que era amorosa y firme. Dicen, también, que era muy contemplativa del arte. “Eso fue lo que me conectó en su momento, esas charlas sobre el teatro, sobre la danza, sobre los musicales, las cosas que hacía arriba del escenario”, repasa Claudinna y piensa en que Diva, la disco en la que la Bicha era la estrella entre las estrellas.
El jueves a la tarde, a través de las redes sociales, Diva Mother House le rindió homenaje. “Perdimos a alguien de nuestra familia, un referente de la comunidad en el país, y alguien que podrá ser recordado porque a todos nos sacó sonrisas y carcajadas. Deseamos pronta resignación y nuestra solidaridad a su familia y amigos”.
En esa casa la conocieron muchas de las personas que buscaban un lugar donde, simplemente, ser. “Cuando ingresé a trabajar en el 2002 a Diva, la bicha fue la primera en recibirme. Ella siempre apoyaba a las nuevas (como se sabe decir en el ambiente). Y la verdad que ya diva no va a ser lo mismo”, cuenta Michelle.
Nadie sabrá con certeza la cantidad de personas en las que el paso de La Bicha dejó huellas. Las historias de las adolescencias y las juventudes son muchas. “Sí, yo tengo que pensar en quién fue la bicha para mí y pensar una anécdota con ella, inmediatamente me remonto a mi secundaria”, dice Galo. Es que fue La Bicha la que no dudó en conducir la fiesta que organizaba el centro de estudiantes de la escuela a la que asistía Galo. “Su presencia conduciendo la noche nos hacía sentir que era la persona que necesitábamos, no solo porque nos ayudó en lo logístico del evento, sino también porque era representación de nuestra comunidad ante todo un público que o no nos conocía o no nos dejaba ser”.
Fue, es y siempre será una estrella. El teatro, la radio, los escenarios diversos. Su trabajo y su destreza como conductora fue evidente, no solo en tantos años de estar al frente de la Elección Nacional Drag Queen, sino también en el Reality DIVAs Drag Race o en la Marcha del Orgullo. Fue de esas presencias que dejan huella inolvidable. Será siempre un icono irreemplazable.