El tiempo lo convirtió en un campeón del ciclismo, de la vida y un ejemplo para todos. Antonio Hernández, un ciclista que eligió Tucumán para echar raíces durante los últimos años, fue atropellado mientras entrenaba para participar del Argentino Master. El hecho ocurrió el domingo 4 de marzo, en la Ruta Nacional 9, a altura de la capilla de Los Nogales. Antonio, como cada tarde, salió a entrenar por la zona. La jornada trascurría con total normalidad, hasta que alrededor de las 18:20 h, mientras regresaba a Tafí Viejo, fue embestido por un vehículo. El conductor del mismo se dio la fuga dejándolo fuertemente golpeado.

La escena sorprendió a Héctor “Etim” Manca, ciclista trasplantado y compañero de Hernández, al encontrar a Antonio a orillas de la ruta. “Fue algo muy fuerte para mí. Normalmente salgo a entrenar por la mañana, como a las 6:00 h ya que hay poco tránsito. Ese día decidí salir por la tarde. Jamás me imaginé que podría encontrar a Antonio en estas condiciones”, expresó Héctor. De manera inmediata se dio llamado a una ambulancia (demoró aproximadamente 30 minutos), la cual trasladó al ciclista hasta el Hospital Padilla. Allí dejó de estar entre nosotros pasada la una de la madrugada.

“Con Antonio tenemos muchos momentos compartidos. En mis recuerdos siempre perdurará un hombre contento, jovial, sencillo. Un hombre que siempre estuvo a mi lado, levantando trofeos” comentó “Etim”.

Si bien no hay testigos directos del hecho, las personas que circulaban por la zona aseguraron que se trataría de una camioneta Ford Ranger doble cabina o una moto. Se solicita a la comunidad que quienes puedan aportar datos se dirijan a la comisaría de Los Nogales o de Tafí Viejo.

Este suceso significó una pérdida muy importante para el deporte y para la sociedad tucumana. Esto lleva a observar las vueltas que da la vida. “Hoy estamos y mañana no sabemos” dice el dicho popular. Antonio fue y será un ejemplo de dedicación y perseverancia para cumplir los objetivos.

En los recuerdos de todos, él será el hombre que, con sus 77 años, cada día se subía a su bicicleta. Será el caballero de la ruta y el pedal, un enamorado del ciclismo, caracterizado por la sonrisa, propia de un grande.

 Exequiel Reinoso

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