El valor de lo oculto detrás de la magia
Por estos días suele creerse que el cine es una industria que mueve millones de dólares a través de efectos especiales y sonido envolvente. Con las nuevas tecnologías de “High Definition” y “3D”, el film llega a captar multitudes que poco conocen acerca de los orígenes de la cinematografía. Tal vez es por ello que, a la hora de disfrutar una película, se otorga la menor importancia a la técnica mágica que permite su realización. Lejos quedó la anécdota en la que el público temió por su vida al presenciar la proyección “Llegada de una tren a las estación de la Ciotat”, cuando los hermanos Luimière presentaron al mundo el cinematógrafo, invento que dio vida al cine como espectáculo un 28 de diciembre de 1895.
Además poco se conoce de los inventos que inspiraron a los Lumière a producir su trabajo. Por ello resulta interesante explicar que fue la cabeza de Eadweard Muybridge la que se inquietó por encontrar una forma de combinar imágenes en movimiento con sonido, lo que lo llevó a compartir sus ideas con Edison y Dickson, creadores del fonógrafo. Y finalmente fueron estos últimos los que crearon el kinetoscopio, proyector cinematográfico que estuvo muy cerca de dar a luz a la cinematografía si no fuera por sus limitadas funciones. Así, fue el kinetoscopio el que inspiró a los hermanos franceses a desarrollar su cinematógrafo.
Y aunque fueron los mismos Lumière quienes consideraban que “el cine era una invención sin ningún futuro”, son pocas las personas que a la hora de disfrutar de su avanzado invento reconocen el esfuerzo, tiempo, estudio y dedicación que hay por detrás de la técnica. Una técnica que se desarrolló con diferentes movimientos vanguardistas en un cine joven que atravesó guerras mundiales. Un entretenimiento que no sólo posee una historia sino que además funciona como documento de una época.
Por ello, en este mes resulta interesante conocer que un 9 de abril de 1930 nacía el creador de “El caballo en movimiento”, Eadweard Muybridge, y que un 10 de abril de 1954 fallecía Auguste Lumière, el hermano mayor de Louis con quien realizó “El regador regado” y “Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir” películas cortas con fines documentales que fueron la génesis de lo que hoy de conoce como cinematografía.
Javier Sadir
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