El tiempo de vida de una persona no se puede medir ni estipular con ninguna clase de instrumento. Sin embargo, existe una forma muy sencilla de prolongar ese tiempo en la vida de otra persona. Compartir, servir, donar. De eso se trata. Rosario Moreno Salmoral, una adolescente de 14 años de esta provincia, espera con ansias ampliar su tiempo de vida. Desde hace dos años forma parte de la lista de espera del INCUCAI donde aguarda recibir un trasplante bipulmonar.

Hoy, la joven tucumana se encuentra atravesando una dura situación. Con un estado de salud delicado, Rosario se encuentra en terapia intensiva pediátrica dependiendo de un pulmón artificial. Su caso es considerado emergencia nacional, un hecho que llama a la solidaridad. A tomar conciencia. A dar vida.

"Queremos pedirle a cada uno de los argentinos una oración para que Dios se conmueva de nuestra hija y para crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de la donación de órganos. Vamos a pedir por todos los seres que esperan un trasplante", pidió Josefina, la madre de Rosario.

Donar órganos es mucho más que un acto solidario. Es valorarse y valorar al otro. Es comprender que se puede cambiar.

Se viva bien o se viva mal, hacer que la vida valga la pena depende de cada uno y cada persona tiene la posibilidad de evaluar las circunstancias ante las cuales se opta por vivir una rutina, ser un botón en automático o hacer algo que deje una marca en el camino.

Javier Sadir

jsadir@colectivolapalta.com.ar

Fuente: primerafuente.com.ar