La tecnología llegó para quedarse. Para los nativos digitales es pan comido cualquier novedad que surja en la red, van y vienen en un mundo que les es totalmente familiar. Pero para los mayores es un tanto complicado iniciarse en este lugar que les ofrece infinitas posibilidades que le resultan, en algunos casos, imposibles de creer. Mails, información, redes sociales, forman un universo inexplorado por muchos abuelos, pero también muchos de ellos se animan a ingresar a Internet y aprender. Las razones son muchas, conocer gente, comunicarse con sus familiares, poder expresar lo que sienten o incluso jugar con sus nietos.

Ana, una cibernauta reciente, comentó "quise aprender a mandar mails para poder comunicarme con mi familia que está lejos, también tengo Skype, con eso puedo ver a mis nietas que viven en Buenos Aires. Después me hice un Facebook y me encantó, puedo ver fotos de mis sobrinos, de mis nietos (...)". Ana comentó que le resultó muy difícil comenzar y que al principio no se acordaba cómo ingresar a la casilla de correo "tuve que pedirle a mi hijo que me escribiera en un papel, paso por paso, cómo ingresar".

El camino no es nada fácil para quien no nació en la era de la tecnología y la información, y el aprendizaje en muchos casos depende de algún pariente paciente que pueda y quiera enseñar. Los cursos de computación que se dictan, en la mayoría de los casos, son pagos y no están adaptados para los abuelos que aprenden a una velocidad distinta a la de cualquier joven.

Hoy hasta un simple trámite en un organismo público requiere un mínimo de conocimiento de Internet para poder sacar un turno. La burocracia no reconoce edades. Los abuelos, por obligación o por gusto, deben encaminarse en este sendero que, casi como una profecía posmoderna, ofrece miles de oportunidades pero a la vez miles de problemas para quienes no se acostumbran a él.

Así viven la tecnología los abuelos de hoy, los de mañana estarán tan acostumbrados a los avances que, tal vez, nada les sorprenderá.

Marianella Triunfetti

mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar