"Four more years"
Cuando se habla de Estados Unidos inmediatamente se piensa en la cuna del poder mundial. Siendo el país más desarrollado, más estratégico, más prestigiosos en relaciones internacionales y con un amplio antecedente en la historia mundial en el continente americano, muchas veces se piensa que mucho de lo que en ese país se decide es aplicable de manera universal. Además, la cultura yankee atraviesa a muchos de los países subdesarrollados que miran a Norteamérica como si fuera el país ideal. Con todo esto y políticamente hablando, es inevitable relacionar a ese país con el capitalismo, el nacionalismo y el conservadurismo. Hecho que describe a los yankees como una nación con altos grados de racismo, exclusión social, antisemitismo y orientalismo, al punto que caracteriza a lo extranjero como lo bárbaro, lo instintivo e irracional.
Al colocar a los gobernantes estadounidenses en el podio del poder que toma decisiones que repercuten de lleno en los países llamados del “tercer mundo”, resulta extraño o casi imposible encontrar un presidente que luche a favor de los sectores más marginados y que intente cambiar los imaginarios de étnicos que se encuentran tan naturalizados en su pueblo.
Sin embargo, por fortuna desde 2008 se puede pensar en una potencia americana distinta a partir de las inclusivas políticas de Barack Obama. Este presidente afroamericano supo ganarse el respeto de los opositores y la admiración de muchos de los desfavorecidos por años de historia, entre lo que se encuentran poblaciones de piel negra, homosexuales y latinos.
Aunque su mandato estuvo rodeado de opositores y de altibajos, muchos fueron lo que siguieron firme apoyando sus propuestas. El presidente estadounidense por su parte demostró un fuerte compromiso que lo llevó a recibir el premio Nobel de la paz.
Al cumplirse los cuatro años de su primer mandato, Obama fue reelecto por el pueblo que se identifica y busca una salida a la xenofobia, el racismo y las guerras orientales.
Con en el anhelo de que las cosas continúen mejorando y esperando que la realidad y los estereotipos estadounidenses cambien a favor de la inclusión, la diversidad y la heterogeneidad de ideas, Barack Obama fue elegido una vez más para llevar las riendas de esta potencia.
Así, muchos críticos y expertos en política ya realizan sus apuestas pero nada se puede afirmar aún con respecto a la segunda vuelta. Solo se puede repasar los aciertos y fracasos de los cuatro años transcurridos desde 2008 en la política de Estados Unidos.
“Ver para creer” para algunos, “creer para ver” para otros. En la ansiedad de pronosticar el futuro de este pueblo que busca un cambio de rumbo. O al menos eso dicen las urnas por segunda vez.
Javier Sadir
jsadir@colectivolapalta.com.ar
Imagen: Matti Mattila