Cuando calienta el sol
El verano es sinónimo de descanso, diversión, tiempo libre y ocio. Estación en la que se viaja, se pasea y se aprovecha para salir, exponiéndose a diversas horas al calor del sol. Sin embargo, en esta época del año, las altas temperaturas se instalan con bronca. El sol aparece más temprano y se oculta más tarde manteniendo caliente el resto de las horas. Además, la humedad crece año a año, alcanzando niveles insoportables para cualquier ser humano.
Con un clima que llega a los 45° C, es necesario conocer los recaudos que se pueden tomar para evitar golpes de calor, deshidratación y otras complicaciones en la salud a causa del verano. El cuidado del calor se aplica en especial a bebés y niños menores de cuatro años, personas con enfermedades crónicas y ancianos quienes corren más riesgos de ser afectados.
Los síntomas de este tipo de complicaciones se reconocen con la sed intensa y la sequedad en la boca y en la piel, acompañada de sudoración excesiva o sensación de calor sofocante, agotamiento, cansancio o debilidad, así como también el incremento de la temperatura corporal mayor a 39°C. Como síntomas más severos se presentan mareos, desmayos, dolores de estómago o cabeza intenso, falta de apetito, náuseas o vómitos, vértigo, calambres musculares, agitación y hasta estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones. En los bebés además se puede evidenciar irritabilidad, que se reconoce con un llanto inconsolable en los más pequeños, y la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
En caso de que se presenten algunos de estos síntomas es necesario actuar rápidamente e intentar disminuir la temperatura corporal de quién padece el golpe de calor con un baño de agua helada o con hielo. También es necesario que la persona afectada consuma abundante agua fresca o incluso agua con una cucharadita de sal y que sea trasladada a un lugar fresco.
Existen maneras de prevenir dichos conflictos y ganarle la batalla al agobiante calor. Entre las recomendaciones más importantes se encuentran las de evitar bebidas que contengan cafeína, azúcares u alcohol ya que incrementen la temperatura del cuerpo y fomentan la pérdida de líquidos. Otra actividad de prevención a tener en cuenta es evitar comidas muy pesadas y calientes, para ello se promueve el consumo de frutas, ensaladas, jugos naturales y lácteos. También se advierte usar vestimentas ligeras y claras, no exponerse al sol en horarios que van entre las 12 y las 19 horas, y prescindir de actividades físicas intensas.
En Tucumán el clima de verano azota cada año con terribles olas de calor y humedad. Como habitantes de esta región es importante comprender que nuestros hábitos de vida deben ser modificados en pos de la salud. Prevenir y tomar conciencia de los conflictos a los que se expone el cuerpo humano en el sol es importante para mejorar la calidad de vida. Así como también reconocer que la combustión y la falta de educación en materia de ecología por parte de los ciudadanos han llevado a que cada año se vuelva más pesado e irascible la convivencia en una provincia tan verde.
Javier Sadir
jsadir@colectivolapalta.com.ar
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.