La Palta

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Cómo sobrevivir siendo un peatón

Una simple guía que le permitirá caminar más seguro por Tucumán en dos patas

Personalmente no me gusta escribir en primera persona. No hay una razón. No puedo explicar el por qué. Tampoco puedo explicar cosas más importantes, no es algo que me desvele. Pero en esta nota en la que intentaré salvar su vida necesito crear un vínculo con usted. No es que ande regalando consejos ni panfleteando soluciones. Me los guardo para mis amigos. Pero hoy amanecí caritativo y a todos mis amigos cibernéticos les voy a dejar una serie de consejos para ser un peatón en Tucumán, y no morir pese a tener la prioridad. 

- Hágale caso a sus amigos.

- No piense que ese microsegundo en que los dos semáforos están en rojo es el momento preciso: ahí aceleran el atrasado de un lado y el ansioso de otro. 

- Use calzoncillo escopeta o cancán debajo del pantalón. Para evitar esos lastimados a los que uno siempre les saca la cascarita.

- Copie a los toreros, use un traje de luces de noche. Se le reirán, pero ningún conductor despistado dejará de verlo. Primero la vida, después la verguenza.

- Si ama a su vida más que a la de algún desconocido, ubique a algún peatón con intenciones de cruzar. Visibilice el costado por el que vendrán los autos y póngase al lado de la persona pero del lado opuesto a los vehículos, de manera que el desconocido quede en el medio. Usted no se llevará la peor parte. 

- No sea sensible a puteadas de conductores que creen que el auto es la prolongación de su pene y que ellos tienen la prioridad.

- Por las dudas, deje en regla todos sus asuntos antes de salir a caminar. 

- Despídase cariñosamente de sus seres queridos. Todos aquellos que salen en televisión contando su desgracia lamentan no haber dicho "te amo" en vez de "andá a comprar pan". Habrá que creerles. 

- Si una moto viene derecho hacia usted, resista ese reflejo de moverse y deje que el motoquero lo esquive. Si un automóvil viene derecho hacia usted, grite "Viva la Patria!" o el grito de guerra que prefiera.

- Confíe en sus instintos. Si siente que no es su día, llame al 911 antes de salir de su casa para ir ganando tiempo. Siempre tardan un rato.

- Use un buen calzado. No es extraño que, si el conductor le tira el auto encima en una esquina, las ruedas le lastimen los pies. El acero quirúrgico es buen material.

- No confíe en que el conductor lo dejará pasar. No confíe en que será un buen samaritano.

- Vista como un cura. Un porcentaje altísimo de ciudadanos teme ir al infierno. 

- No use auriculares al cruzar. Si sufre un accidente, se los tendrán que quitar los bomberos con instrumentos hidráulicos. 

- No corra al cruzar si no suele hacer. No es gracioso sobrevivir a un accidente y sufrir un infarto.

BONUS: recuerde que alguna vez quizás le toque estar detrás del volante. No olvide que la carrocería de los que cruzan es su propio cuerpo. Piense en la gente a la que quiere y debe caminar por esas calles. Respete las leyes y las vidas ajenas. Ningún apuro justifica poner en peligro la vida de la gente. Sea amigo de sus amigos y sepa que los que cruzan también los tienen. No olvide recordar este bonus. 

Un abrazo. 

Un amigo.