“El consumo problemático de sustancias es un trastorno muy severo del comportamiento con tendencias a la repetición, pero no es una enfermedad”, afirmó el psicólogo colombiano Augusto Pérez Gómez, quien visitó Tucumán para disertar en un Congreso sobre distintos tópicos que atraviesan el flagelo del consumo problemático de sustancias psicoactivas en América Latina. Pérez Gómez es doctor en Psicología Clínica de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y coordinador para Colombia de la Red Latinoamericana de Investigadores en Drogas (REDLA). Además, fue profesor visitante de las Universidades de Londres y Nueva Jersey y Profesor Titular de la Universidad de los Andes (Colombia).

Para el psicólogo, el consumo de drogas no es un problema del cerebro, es un problema de relaciones interpersonales donde muchas veces las personas entran por diversión. “Cuando un paciente no puede dejar de consumir se siente miserable y se desvanecen sus esperanzas de recuperarse; se encuentra sin salidas y sin soluciones”, agregó el terapeuta. En ese contexto, es muy importante el tipo de tratamiento que se emplee. Pérez Gómez sostuvo que los tratamientos para las personas con problemas de consumos deben ser tratamientos psicosociales (él, junto a un equipo de profesionales interdisciplinario ejecutó en ocho comunidades de Colombia, un programa de aplicación individual en ámbitos escolares y realizó entrevistas personales para la detección rápida de los riesgos).

Por otro lado, Pérez Gómez descree en la utilización de la medicina dentro del tratamiento de rehabilitación, por eso manifestó que en muy pocos casos puede ser de ayuda la ingesta de medicamentos. “El problema de las drogas no cumple con ninguno de los requisitos que se exigen dentro de la ciencia para calificar algo como enfermedad: no hay una etiología, no hay un pronóstico, no hay un curso claro, no hay un tratamiento definido, es decir, no cumple ningún criterio médico. Si fuera una enfermedad sería la única de su tipo dentro del campo de la medicina cuyo tratamiento no es médico”, aseveró.

Pérez Gómez es fundador y director de la organización Nuevos Rumbos, entidad sin ánimos de lucro dedicada a la investigación y la prevención de algunos problemas de alta relevancia social como el consumo de drogas en adolescentes. Está integrada por profesionales jóvenes de diferentes disciplinas (como Psicología, Trabajo Social, Ciencia Política y Criminología) comprometidos con el futuro de Colombia, con una juventud saludable y con la búsqueda de nuevos caminos para la prevención. “Venimos investigando sobre el consumo de drogas en Colombia y en otros países para poder comparar lo que está pasando en Latinoamérica. Argentina, Chile y Uruguay son los tres países que tiene mayor consumo de drogas en el continente”, especificó el psicólogo.

En Tucumán los familiares de víctimas de consumos de drogas agrupados bajo el nombre Hermandad de los Barrios salieron a las calles con el lema “ni un muerto más por las drogas” y exigieron al Gobierno que genere más políticas públicas. Sobre ello, Pérez Gómez opinó que el Estado tiene que aceptar que la drogadicción no solo posee una dimensión personal, sino también, una dimensión social muy importante. “Esas personas merecen que se les atiendan, merecen que se les ofrezca soporte, en definitiva, merecen que cuando pidan ayuda, se las den”, afirmó, impetuosamente. El profesional comparó lo que sucede en América Latina con otros países (como Inglaterra) donde su gobierno ofrece ayuda y los destinatarios no las quieren recibir porque están conformes llevando ese tipo de vida. “Aquí, la mayor parte de las víctimas del consumo de drogas quieren salir y recuperarse, pero nadie les ofrece una salida”, lamentó. Es importante destacar que la agrupación Hermandad de los Barrios viene exigiendo desde fines de 2015 que se cumpla la ley de Salud Mental, con el objetivo de garantizar un trato humanizado hacia quienes requieren atención; piden centros de internación para mujeres y centros preventivos de adicciones y que se incremente el presupuesto para dispositivos de asistencia territoriales de jóvenes y familias, entre otras cuestiones.

Por otra parte, en la región son varios los países donde el consumo de marihuana es legal. En el caso de Uruguay la regulación y la comercialización del cannabis no incidió en el aumento de consumo de los uruguayos. En el caso de Colombia, la Corte Suprema aprobó en 2012 una ley que permite a los habitantes consumir cinco gramos de marihuana para uso personal, mientras que el Congreso insiste en frenar cualquier tipo de legislación que le de legalidad al consumo de la misma. En el caso de Chile, sus habitantes siguen abogando por la despenalización del cultivo y el uso de la marihuana con fines terapéuticos y recreativos. Mientras que en Argentina es legal siempre que se realice en privado y de forma personal. Sobre este tema, Pérez Gómez opinó que que no se les puede meter presos, ni castigar a los adultos que quieran consumirla, pero agrega que su preocupación radica sobre los menores de edad. “Está claramente demostrado que el consumo de marihuana en niños puede producir daños irreversibles en el hipocampo y eso es algo a lo que no nos podemos arriesgar. Yo digo sí a la legalización siempre y cuando tengamos la capacidad de evitar que los niños la consuman”, argumentó.

La corporación Nuevos Rumbos tiene el propósito, desde su fundación en el año 2002, de hacer conocer todo el saber desarrollado tanto en el ámbito de prevención como en el de investigación, que con frecuencia se fusionan. Desde su nacimiento hasta la actualidad ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales, libros y capítulos de libros, entre los que se destacan los siguientes: Segundo Estudio de Consumo de alcohol en menores de 18 años en Colombia; De la Prevención y Otras Historias: Historia y evolución de la prevención del consumo de alcohol y drogas en América Latina y en Europa; Profesión Papás; y Adicciones y otros Asuntos Humanos, los cuales están en formato PDF en la web de Nuevos Rumbos.