El conservatorio musical, en estado de alerta
El Conservatorio Provincial de Música de Tucumán atraviesa una crisis edilicia desde hace años. Tanto el vandalismo y los sucesivos robos de instrumentos y materiales artísticos como la falta de instalaciones acordes para el aprendizaje alarman a estudiantes y docentes. “En este momento estamos sufriendo aproximadamente un robo por mes. En la última aula vandalizada, el aula 6, rompieron el ventiluz y pisotearon los pianos. En el mismo pasillo está el aula 3 donde destrozaron el mobiliario de almacenamiento buscando cosas de valor que aquí no hay. No sabemos exactamente qué buscan”, explica María José Medina Aguilera, estudiante del Conservatorio. La misma situación sucedió con el aula jardín y la regencia donde rompieron puertas y destrozaron baños durante la madrugada. “Esto después de las once de la noche es tierra de nadie”, dice Medina Aguilera alertando sobre la situación en una institución que funciona en tres turnos con chicos de todas las edades. Allí también están la supervisión de música de la primaria, el conservatorio de nivel medio o Trayecto Artístico Profesional (TAP) y la Escuela Popular para el Arte a la que asisten niños desde los 6 años.
Hace más de diez años que el Ministerio de Educación no se preocupa por reubicar el Conservatorio, luego de que sufrió una inundación en el antiguo edificio en el que se encontraba, en la calle San Martín al 1000. En ese entonces, se decidió que temporalmente se ubicaría el instituto en el ex aeropuerto de Tucumán, en la calle Brígido Terán al 300. Sin embargo, esa decisión temporal aún mantiene al Conservatorio en este emplazamiento, donde las aulas no están acordes a la acústica que requiere y donde el estado precario en el que se encuentra pone en peligro la vida de los estudiantes. Además, al ser considerado patrimonio cultural, el edificio del ex aeropuerto de Tucumán no puede reacondicionar su estructura de acuerdo a las exigencias de las disciplinas que se dictan. “Obviamente ninguna institución es dueña de un edificio estatal, pero el edificio de la San Martín había sido destinado por el Estado y por ley para que ahí se den las actividades del Conservatorio ”, cuenta María José. Fue una construcción vecina la que dañó las bases de ese edificio, lo que generó que el sótano se inundase. Ese sótano tenía la biblioteca con partituras y libros musicales más grande de Argentina, de la cual se perdió el noventa por ciento. “Nos dijeron que por seis meses íbamos a estar en este edificio del ex aeropuerto. Ya pasaron diez años y seguimos esperando. Lo curioso es que ahora nos enteramos de que el Ministerio de Salud solicitó que se acondicione el edificio de la calle San Martín para que ellos se instalen allí. Entonces nuestro planteamiento es por qué para otra cosa sí hay dinero para refaccionarlo, pero no para nosotros, que somos los dueños por ley a tener uso del lugar”, agrega Medina.
Otro problema que se suma es el del estacionamiento con el que cuenta el predio del ex aeropuerto. En este espacio no solo estacionan autos ajenos a la institución, sino que además cobran por hora cuando la explanada pertenece a la institución y está disponible para el uso gratuito de los estudiantes, los padres de alumnos y los docentes del Conservatorio. “Muchas veces hubo aprietes a padres y profesores pidiendo que se pague por el estacionamiento, cuando no corresponde”, manifiesta María José, quien se autoconvocó junto a otros compañeros para realizar una asamblea y tomar medidas en reclamo de esta situación. “En estos momentos el Centro de Estudiantes está conformándose. Así que pasamos a ser estudiantes autoconvocados para encarar esta lucha, si se puede llamar así”, explica Medina, quien deja en claro que a las autoridades provinciales no le están dando el lugar que corresponde a la profesión y a la formación de músicos, cantantes, instrumentistas y profesores que se instruyen en el conservatorio de música de Tucumán.
Por este motivo, los estudiantes realizaron una asamblea en la que decidieron reclamar por refacciones en la electricidad, el agua y la herrería del edificio actual. A esto se sumó el pedido de acondicionamiento de pianos, el cercado del estacionamiento y la solicitud de reparación de las alarmas. Luego de una toma de 24 horas del conservatorio por parte de los estudiantes, la Secretaría de Bienestar del Ministerio de Educación se comprometió a dar respuestas e iniciar obras en el edificio, que presenta grietas y un grave problema de hundimiento del piso. Sin embargo, los estudiantes siguen movilizándose y preparan intervenciones artísticas para sacar el reclamo a la calle esta semana. “La medida de fuerza sigue, cambiará la modalidad, pero no vamos a retroceder. Vinieron porque nos movimos por las redes sociales, de lo contrario no tendríamos ni una promesa de trabajo conjunto”, concluye María José Medina Aguilera.