La Palta

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Ahora que sí nos premian

Las últimas semanas estuvieron cargadas de (buenas) sorpresas para mujeres tucumanas que se desempeñan en la música, la danza, la fotografía y la radio: en redes sociales y en distintas publicaciones periodísticas las hemos visto agradeciendo premios y reconocimientos. ¿Quiénes están detrás de estos proyectos y por qué se las ha distinguido?

“Ibatina”, un espectáculo itinerante de folclore, ganó el Limón de Oro del 47º Festival del Limón de Tafí Viejo “por su aporte a la construcción colectiva, desde la mirada de las artistas mujeres, apostando a la integración cultural de la región". 

Ruth Argañaraz se enteró de que había sido seleccionada para participar del Festival de Fotografía Experimental, en España, por una amiga que se apresuró en enviarle una captura de pantalla de la cuenta del festival mucho antes de que ella misma leyera en sus mensajes la notificación oficial. 

Otro proyecto premiado fue “Qué guaranga”, un programa de radio producido y conducido por mujeres. El mes pasado alzaron uno de los premios Quijote de Oro al consagrarse en su terna: mejor programa de interés general.


Ibatina libre, territorio feminizado

La idea de las integrantes de “Ibatina” es hacer un espectáculo que reúna diversos géneros folclóricos de la región, con una sonoridad feminista y militante. Es un show itinerante que se propone dialogar con los diferentes festivales que ya existen y mostrar cuál es la propuesta de quienes luchan por más mujeres en los escenarios, sin tener que exigir cupos.

En la edición ganadora del Limón de Oro participaron distintas artistas del NOA. En la puesta vocal y musical: Mariana Baraj, (Salta); Eugenia Mur (Jujuy); Serendipia y Nancy Pedro (Tucumán); Micaela Carrion (Catamarca) y Las Mulleris (Santiago del Estero). En las visuales de las pantallas y el registro audiovisual: Legüera ProduAcciones y la colaboración de Sufragio Espacio Creativo (Tucumán). En la danza, La Bulla (Santiago) y Tiziana Sarai Contrera (Salta).

Nancy Pedro, quien ideó este proyecto, lo define como regional e itinerante: “Regional por la necesidad de agruparnos al compartir problemáticas similares, como la dificultad de llegar a los grandes escenarios, y también por las luchas que nos aúnan. Hemos tomado un territorio extendido que excede los límites de la provincia. Itinerante por la necesidad de movimiento, no solo por el proyecto que va mutando sino también movimiento de otros discursos, incluso de las disidencias. Construir un recorrido para otres”.

“Ibatina” surge modificando con la letra ‘a’ el sentido de todo: feminizar el nombre de Ibatín, el primer lugar de asentamiento de San Miguel de Tucumán en tiempos de la invasión española. Es un espectáculo pensado para moverse en los grandes festivales folclóricos, donde a los nuevos grupos de mujeres les es difícil llegar porque parecería que solo hay lugar para grupos con trayectoria que se mueven en un circuito cerrado.

Pero la propuesta de estética y sonoridad son distintas a las que suelen verse y oírse en esos shows: canciones de autoras de diversas provincias, formaciones variadas entre vocalizaciones e instrumentos, visuales de paisajes naturales y culturales. “Llegar a ese público, que en general es conservador y consume lo que ofrecen los festivales populares, ya es una lucha ganada”, dice Nancy. La descolonización también pasa por la música.

“Ibatina” es la resistencia feminista a la colonización del territorio geográfico y del corporal.

 

Mujer (fuego), territorio revelado

Ruth Argañaraz es una de los dos argentinos seleccionados para participar del Festival de Fotografía Experimental: viajará a España al EXP.20, un evento que reúne a expositores y curadores de todo el mundo que trabajan en métodos no convencionales de revelado de fotografía. Formada en fotografía, cine y diseño gráfico, a Ruth no le alcanzó con lo que la academia le ofrecía. Está en permanente búsqueda de la experimentación porque sostiene que le interesa el proceso más que el resultado de la obra final.

Argañaraz cree que la obra es el reflejo de la artista y afirma: “lo que me atraviesa en este momento es el feminismo y sus orígenes. Habitar el espacio geográfico y los vínculos de las mujeres que me rodean, sobre todo de quienes son parte de mi formación y crecimiento. No sé si espero que la gente entienda lo que hago, sino que le genere algo”.

El proyecto “Mujeres (Fuego)” tiene que ver con el reconocimiento, con el homenaje en el sentido más primitivo y romántico. Se trata de imágenes de esas mujeres que la rodean, impregnadas en un soporte de fósforos usados y pegados uno al lado de otro. La estampa es algo distorsionada y efímera porque el químico con el que se impregna la madera -y luego se expone a la luz- va esfumando la calidad. “El soporte es barato y descartable, además de pequeño, frágil y orgánico”. Esta elección le da una estética única que resulta la narrativa de la obra.

“Todo está medido: las emulsiones, la temperatura, la exposición de la luz. Tengo pilas de soportes fallidos. Ahí es donde juega lo performático, ejercitando mi tiempo y revelando el recuerdo de cada mujer con la que estoy trabajando. La experimentación resulta una performance del recuerdo, de la memoria de lo personal y lo cotidiano”.

Los fósforos transmiten una sensación de fragilidad por su pequeñez que no es tal, porque Ruth le puso un alma a cada imagen y un lugar a las mujeres de su historia.

“Qué guaranga”, territorio auditivo

El programa “Qué guaranga” está terminando su segunda temporada en Radio Fish (FM 95.5Mhz) y cuenta con cuatro conductoras: Amarú Orlando, Belinda Quinteros, Pepena Breslin y Agostina Tosi; la productora es Majo Guisone, quien organiza el contenido que todas aportan (linkear con la nota de la fabi). Son las neo-conquistadoras del campo auditivo radial con su estilo atrevido y su identidad noventosa, al ser sus integrantes de la generación nacida en esa década. Tienen cita todos los viernes desde las 21 horas y participan del ciclo columnistas, DJ’s y una tribuna fiel de amigos que llegan al estudio para compartir una cerveza entre las tandas publicitarias.

“Haber sido nominadas como programa de interés general y no de género nos puso en igualdad de condiciones para competir con chabones que antes lideraban estos espacios de formación de opiniones. Ser premiadas nos da la pauta de que tenemos que seguir por ese camino y animar a otras a que se apropien de nuestros espacios”, cuenta Belinda.

"La premiación de un programa radial con perspectiva de género nos señala al menos dos cosas: por un lado que el transfeminismo es resistencia, lucha y revolución; y por otro, la importancia de advertir que el quehacer radial es un acto político -dice Agostina Tosi-. Nuestra responsabilidad es devolverle a la palabra el peso que se merece. Cómo nombramos a las personas y a las cosas determinan nuestros modos de ser y de hacer en la vida. Y aquí estamos, nombrándonos guarangas, transfeministas, radiofónicas y militantes".

La frecuencia radial no es más que ondas sonoras del espectro electromagnético. Y si de magnetismo hablamos, las guarangas no tienen tabúes para exponer de manera atractiva todo lo que nos atraviesa: superan el pudor y ponen el foco en la libertad de expresión como elemento fundamental para la deconstrucción. Le dan una impronta peronista a la militancia, porque como siempre dicen, “sin feminismo no hay justicia social”.