La Palta

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Día de las Librerías: El Griego continúa apostando a la cultura

El color naranja y una vidriera con libros de todos los géneros resaltan por la peatonal Muñecas de la capital tucumana. En su vereda, hay mesas y sillas del mismo color y otras verdes, donde las personas comparten charlas y cafés. Ese lugar naranja repleto de cultura e historia es la librería familiar “El Griego”, la más antigua de Tucumán. 

En El Griego no hay personas que venden libros, hay libreros. Libreros apasionados que se sumergen en el mundo de los libros, que escuchan, recomiendan y generan encuentros o unen parejas. “A veces la gente le cambia el título a los libros o te pide simplemente uno verde con tapa dura. El recurso como librero uno lo pone siempre a pleno y llegamos a descubrir cosas que no hubieran sido posibles sin este oficio”, cuenta Carolina Frangoulis, una de las dueñas de la librería y referente de la agrupación H.I.J.O.S - Tucumán. 

La librería comenzó como un puesto de revistas al lado de la Catedral, en 1976. Con el tiempo, Miguel “El Griego” Frangoulis, su fundador, cumplió el sueño de un espacio cultural para sus amigos y para el público tucumano en la calle Muñecas al 200. Para el 2000, en la librería se montó la Sala Paco Urondo, por donde pasaron figuras como Eduardo Galeano, Víctor Hugo Morales y Horacio Verbitsky.

Miguel fue un maestro y gran referente de la cultura. Ganó el premio a la trayectoria de la Fundación El Libro y fue reconocido por la Legislatura tucumana como librero y gran aportante a la cultura. En noviembre del 2021, a sus 67 años, partió de este mundo, pero su esencia y su recuerdo aún vive en los corazones tucumanos. 

Hoy, su compañera de vida Silvia y sus hijos Carolina y Juan Manuel continúan su legado. “Compartimos las mismas responsabilidades, los mismos sueños, las mismas ganas de crecer y seguir apostando a la cultura, a pesar de los embates que venimos sufriendo en este último año”, sostiene Carolina. 

Resistir ante la crisis

Los constantes aumentos en los servicios y alquileres golpean fuerte a las librerías y editoriales, lo que provocó el cierre de varias de ellas. A esto se suma el intento de derogación de la Ley de Defensa de la Actividad Librera (Ley 25.542), por parte del gobierno de Javier Milei. La misma fue sancionada en el 2001 y establece que editoriales, importadores o representantes deben fijar un precio único de venta al público de los libros. Es decir, los libros en todas las librerías deben valer lo mismo. De esta manera, busca proteger a la actividad librera frente a los grandes depósitos. “Esta Ley es muy importante porque lo que nosotros podemos abarcar es muchísimo menor a lo que pueden abarcar las grandes cadenas, las multinacionales y los supermercados”, argumenta Carolina. 

“Se nos hace por momentos muy difícil llevar adelante la librería porque terminamos siendo un objeto casi de lujo. La gente elige primero comer. Sin embargo, nosotros seguimos aquí dando batalla, resistiendo porque creemos en nuestros clientes y en lo que significa para Tucumán que esta librería siga abierta”, dice Frangoulis. 

Con casi 50 años de trayectoria, la librería El Griego y su sala Paco Urondo siguen siendo un pilar cultural en Tucumán. A través de libros, talleres, muestras y con sus puertas abiertas a escritores independientes y editoriales locales y de todo el norte, se mantiene como un lugar de encuentro, debate y militancia. “La librería El Griego termina siendo como el panchuque y la achilata, es 100% tucumano y forma parte de nuestra identidad. Podrán venir cientos de cadenas que intentarán imitarnos, pero igualarnos, jamás”, concluye Carolina.