Samuel Amaya 
(San Miguel de Tucumán, 1997)

Es escritor y egresado del Profesorado en Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. 

En su paso por las letras, integró antologías de poesías a nivel provincial y nacional. Además, publicó recientemente su primer poemario titulado “Proyecto 97” (Editorial Copo de Nieve, 2022). 

En el presente comparte a través de La Palta:  "Secretos de mariposas",  un material inédito próximo a publicarse.

Encontré mi voz

Somos una generación
que no le va a pedir permiso,
de rodillas, a la vergüenza.
Nacimos sin-vergüenzas, etéreos
y con los hombros flácidos
porque en nuestro cuerpo
ya no se escribirá ningún mandamiento
ni se dirá por nuestra boca
que hemos tragado santos.

Una revolución de putos

A todos los putitos

I

Qué hijos vamos a dejarle a este país
se agarraba la cabeza y el corazón mi viejo
cada vez que nos miraba a mi hermano y a mí…
A mi hermano que ya era papá por tercera vez,
un trabajo, casa, mujer y amante.
Y a mí soltero, puto y monjo
porque puto y fiestero por lo menos pasaba
yo no... era puto, devoto de una luz
que me dejaba por ratos ciego
y por otras atado a un manto claustro;
le gustaba decirme que yo prefería todo de rodillas
por eso rezaba con la lengua afuera
para sentir el agua bendita en mi garganta.

II

De jovencito pensé en una patria de putos
donde la cuerpa no sea solamente un mapa rayado
por curiosos de saber qué gusto tiene la sal
nuestra carne que le pone la bala al pecho
porque si hubiéramos sido cagones,
pondríamos lo más frágil que tiene el macho
su pecho peludo a una bala que lo penetrará.

III

No le guardo rencor a nadie,
ni al compañerito de primaria
cuando me tocaba con vergüenza,
ni al primo puritano cuando me dice
que arderé con satanás
lo que ellos no saben es que…
los putos nacemos en cunas calientes,
chupando fuego un infierno 24/7,
pero cada vez que podemos
creamos un cielo con los $2 del bolsillo,
con la amenaza de la vieja
que si no nos hacemos hombrecitos,
nos dará en adopción
con el cuero duro del cintazo
que recibimos por ser hijos
de Adán y Esteban,
los primeros putos.

IV final

Si al puto le sacan la posibilidad de soñar
este mundo sería un caos en blanco y negro
porque el colorinche del puto es más brilludo
que la mismísima luna, las estrellas y el sol
por eso puto...
no te quedes encerrado
en una jaula de hierro frío
volcá tu brillantina en cada aleteo
y cuando vuelvan a preguntarte
qué hijo serás para este país
qué patria querés tener
qué cielo podés crear
acordarte de estas palabras
como un padre nuestro tatuado
en la espalda del chongo
que te buscará para desarmar
la cuarta pared de su propio armario.

Inéditos de "Secretos de mariposas"

Breve análisis por Eduardo Albuixech:

Samuel Amaya es un joven poeta tucumano que atraviesa en sus letras profundas vivencias de la infancia pasada con el presente. En ese devenir individual, se evidencia el recorrido histórico y político de nuevas generaciones de jóvenxs que se animan a vivir el amor sin mandatos ni tapujos,  como lenguaje universal. Porque no hay derecho humano más fundamental que la libertad de amar. 

A través de sus poemas, deja atrás la opresión en su máxima expresión, para dar paso al empoderamiento individual y colectivo de la comunidad LGBTIQ+ y disidencias sexuales. En el mismo tono, sus palabras permiten romper con prejuicios arraigados; se interpone una conciencia social crítica y lúcida.

Cuando lean su obra, conocerán y abrazarán a un niño que ha crecido y ha forjado su historia, resignificando la propia vivencia, sin rencores, ni odios. Las cicatrices que impone un mundo hostil a quienes eligen ser quienes quieren ser, fueron cubiertas de amor, dignidad y arte en su expresión más sublime. Ese arte capaz de ser en palabras, como dice Teresa Parodi: 

" Un río creciendo,
Una flecha en el aire,
amor combatiendo"

Que todas estas palabras lleguen a las mentes y los corazones, para que el mundo sea más humano, libre y amoroso para todxs, porque el amor es un lenguaje universal. Ayer, hoy y siempre.