Mercedes Sosa: la tía Marta y la cantora indispensable
Se han escrito cientos de páginas, intentando retratar la figura artística y el legado de la cantora nacional, Mercedes Sosa. Una voz familiar, sensible y comprometida de su familia acerca algunos aspectos de la apasionante vida de la mujer cantora que nació hace 89 años, un 9 de julio de 1935, en el seno de una humilde familia tucumana. Es su sobrina, la periodista y comunicadora Maby Sosa.
Maby, se expresa con cuidado, amorosidad y ese espíritu libre, propio de las “Sosa”. Dibuja, con palabras y sentimientos, la semblanza de una de las personalidades culturales y políticas más importante que dio el cancionero argentino. De Tucumán al mundo, en tiempos donde no existían las redes sociales, ni las grandes plataformas digitales. Mercedes fue, es y será una referente.
Si tuvieras que contarle a nuevas generaciones de jóvenes. ¿Quién fue Mercedes Sosa la cantora del pueblo?
Mercedes Sosa fue una mujer que en la década del 50 decidió dedicarse a la música, al canto y hacer una carrera musical como una "cantora" que se apoyaba y referenciaba en las necesidades de su pueblo, teniendo como banderas la libertad, la justicia social, la igualdad y la democracia. Fueron los grandes pilares en los que Mercedes Sosa basó su carrera. Lo destaco porque es importante contar que los artistas pueden elegir un camino y, ese camino, transitarlo con compromiso y a través de las canciones. Qué eligen cantar, en dónde y quiénes deciden que la acompañen. Y ella es una cantora que ha buscado emocionar a su pueblo y cantar cuestiones que la identificaban con su pueblo.
Desde muy jovencita ha elegido este camino, llevando la bandera de Argentina a todas partes y el nombre de Tucumán. Esto me parece interesante contarle a los jóvenes.
¿Qué implica que haya elegido el folclore como género musical?
El hecho que ella eligió como una vía de expresión al folclore es también muy significativo. Al folclore se lo concibe, por ahí, como un género viejo, pasado de moda, antiguo, intocable. Pero, yo creo que ella ha formado parte de una generación que ha demostrado exactamente lo contrario. Que trajo nuevas canciones y musicalidades y que se vinculó con artistas de otros géneros musicales.
Ella, además de ser una cantora del pueblo, también lo es cuando tiene la capacidad de recoger los otros géneros que estaban sonando en el país y tomarlos como parte de su repertorio para ponerlos en la cima de la música popular.
Mercedes no le escapó a lo largo de su vida al compromiso político y social ¿Qué debiéramos recuperar de ello en este presente?
Es un presente muy complicado. No solo en nuestro país, sino en el mundo. Salvo algunas excepciones, es un momento muy difícil en que hay una falta de amor muy gran. Donde los poderes ponen en juego todas sus herramientas para deshumanizarnos.
En ella, es interesante recuperar el valor de la libertad, la solidaridad y la justicia social. Es importante contar y hablar de determinadas cosas.
Me resulta inevitable no pensar en los artistas. De hecho, en algún momento en las entrevistas solamente le hacían preguntas vinculadas a lo político y esto no era casual. Tenía que ver con que ella, después de haber transitado momentos políticos muy duros en Argentina, incluso después de haberse exiliado, sabía que tenía que hablar y comentar sobre las cosas que pasaban en el país.
Ella no tenía miedo y si eso significaba que vendía menos discos o que la gente iba menos a los recitales, no le importaba. Yo creo que de ella hay que recuperar el lugar del artista en la sociedad, como una persona que teje emocionalidades. Y recuperar el valor del arte, la poesía y la canción que está desvalorizado.
Una a veces dice que en este contexto la gente está pasando hambre. Pero la carrera de mi tía demostró lo fundamental que es el arte para este país y, por lo tanto, que tienen que ser los artistas en el pueblo. Sobre todo en estos contextos tan hostiles para la mayoría del pueblo.
¿Qué recuerdos te unen a la tía Marta? (vale aclarar que para su familia tucumana, la cantora siempre fue la Marta)
He tenido un vínculo bastante íntimo con ella, porque ella es la hermana de mi papá - Fernando “Cacho” Sosa. Entonces era una tía muy directa, teníamos una estructura familiar que hacía que estemos muy cerca y atentos entre nosotros.
Hemos sido, en ese momento, una familia bastante unida. Entonces, hay un montón de recuerdos que me unen a ella. Van y vuelven a lo largo de la vida de uno y también a lo largo de los momentos.
Hoy quizás uno de los recuerdos que me resulta más conmovedor es la primera vez que la he visto cantando en Cosquín Cuando tenga la tierra. Yo era chiquita, tenía seis o siete años y me acuerdo de que fue un impacto gigante. Primero el nerviosismo de ir por primera vez al Festival. Había toda una expectativa estando ahí, viéndola a ella, a toda la gente. Creo que nunca me voy a olvidar lo conmovedor que fue.
Como recuerdos me une mucho eso: ella en el escenario. Pero, también, ella de entre casa. Muchas tardes compartidas, viendo televisión, charlando. Me unen los recuerdos más simples y de entre casa. Todos los otros tienen que ver con una Mercedes Sosa artista que a mí me conmovía y me sigue conmoviendo hasta las entrañas. Como una música, una voz que siempre necesito.
También recuerdo cuando ella tocó en Tucumán, en la Plaza Independencia, en el 2005. Ella volvió a cantar en Tucumán, después que mi abuela - Emma del Carmen Girón - había muerto hace cinco años, pero ella no había podido volver a Tucumán. Fue una noche inolvidable para todos, para la familia, para Tucumán. Ese recuerdo lo tengo muy vivido porque volvió, se quedó muchos días, recorrimos y fue un momento muy lindo en una de las últimas visitas que hizo a Tucumán.
Se dice que nadie es profeta en su tierra. ¿Cómo analizas el vínculo de Mercedes con el pueblo tucumano a lo largo del tiempo?
Tucumán, sobre todo cuando mi tía tenía que ir a cantar, era un escenario muy sufrido para ella. Se ponía más nerviosa. Ella se ponía nerviosa cuando subía a cualquier escenario. Pero cuando le tocaba ir a Tucumán, en particular, sufría más esos nervios. Era un lugar que le costaba mucho y sentía que Tucumán no la quería. Y hay una porción que es cierta, lo puedo ver hoy en comentarios que se hacen en las redes sociales o foristas de medios de comunicación que agreden a mi tía. O aquel viejo dicho: “si es tan comunista porque no dona la plata”. Bueno, ella sí hacía donaciones a Tucumán, pero fue una decisión de ella no publicarlo.
Era una persona que muchas veces fue atacada. Creo que también para ella fue un quiebre muy grande cuando decidió no tocar en Tucumán, mientras gobernaba el represor Antonio Domingo Bussi. El pueblo tucumano lo tomó como un desplante y ella lo tomó como un desplante a su historia y a nuestra historia de los 30 mil desaparecidos.
El vínculo está muy teñido de una ignorancia y prejuicio que siempre hay de las artistas mujeres y, sobre todo, cuando estás hablan de política. Pienso que sale lo más conservador de los pueblos. Hoy lo podemos ver en Lali Espósito. Y en Tucumán hay un desconocimiento de quién era ella, dónde y cómo nació. Hay miles de versiones sobre su historia.
¿Y en el presente?
Existe en Tucumán la Casa Museo Natal, donde ella nació y estuvo viviendo hasta los 16 años. Hoy en ese museo está contada su historia. Pasó que en 2021, cuando se inauguró, venía gente que me decía “Pero tu tía tal cosa”. Y yo, cuando me vienen a contar versiones de mi tía que no son reales, trato de no responder porque es absurdo. Me causa gracia, por un lado, pero también me doy cuenta del nivel de ignorancia que hay sobre su vida y creo en ello también está fundado el resentimiento - me atrevo a decir esa palabra - de muchos tucumanos y tucumanas con Mercedes Sosa. Lejos de entenderla y mirarla como una persona que en todo un auditorio francés explicaba dónde queda Tucumán y cómo es. A mí me ha pasado de estar en un lugar inhóspito en Brasil y cuando digo que soy de Tucumán, me dicen "Mercedes Sosa". También pasa en lugares como Alemania y no estoy exagerando, porque todo el tiempo me cuentan esas anécdotas.
Entonces, es muy paradójico que haya ese vínculo, pero creo que es un vínculo construido sobre la base de prejuicios por su condición de mujer cantora y muy vinculada con la izquierda. Y, por otro lado, un desconocimiento de su vida y su historia, pero no es casual en Tucumán, una provincia que desconoce su propia historia. Mi tía cae ahí.
Alguna vez Mercedes dijo que se crio en un hogar humilde, pero no carente de amor. ¿Cómo fue la infancia de “La Marta”? ¿Fueron sus orígenes o el exilio lo que moldearon su forma de mirar el mundo?
Mi familia era muy humilde y ella se crió en un hogar muy humilde. Mis abuelos trabajaban de lo que podían. La forma de pensamiento se fue forjando con la vivencia y en el caso de mi tía es un claro ejemplo de eso. En mi familia había algunas miradas políticas sobre las cosas, como en todas las familias, pero no había una bajada política. Sin embargo, ella ha podido, a través de lo que veía, ir construyendo un pensamiento político en una época que no estaba mal visto y era muy natural desarrollarlo.
Ella tenía su forma de pensar, gracias a sus vivencias, a mi abuelo Quiterio Ernesto Sosa y a mi abuela Emma. Mi abuela era empleada doméstica y trabajaba a veces sí, a veces no. Comían a veces sí, a veces no.
Hay miles de anécdotas de nuestra familia en este sentido. Cómo en Reyes Magos no tenían regalos y eran los únicos en una familia gigante que no tenían como comprarlos. Entonces ahí mis abuelos los engañaban de algún modo para que no sientan esa falta.
Esa infancia, creo, a ella la termina convirtiendo en esta gran cantora. No quiero romantizar la carencia, ni la pobreza, pero creo que eso a ella la lleva a pensar como piensa. Sin ese recorrido, sin ese Tucumán, sin esa vida en Tucumán, sin esa vida en esa casa tan chiquita donde vivían tantas personas, Mercedes Sosa no hubiera sido quien fue.
El exilio es una etapa, o prácticamente una consecuencia, de su recorrido del pensamiento político y militancia cultural. Ella tenía una militancia cultural que era subirse a cantar en determinados escenarios, con determinados cantores y cantoras y con determinado repertorio.
Sus orígenes son claramente los que moldean su forma de mirar al mundo y su forma de asumir su carrera como cantora.
Sobre el final de esta charla, Maby cuenta que en estos contextos la escucha casi todos los días. Elige escuchar determinados discos y canciones. Piensa en lo necesarios que son más artistas como Mercedes que estén dispuestos a poner el cuerpo, desde el arte, pero con mucha calidad y buen gusto. “En ella sintetiza lo que es un artista comprometido con su tiempo y pienso que hoy nos hace falta un artista de esas dimensiones y esa trascendencia”, dirá antes de despedirse la sobrina que la admira, la recuerda y la extraña a la entrañable ‘Negra’ Sosa.