El fútbol como propiedad popular
Recientemente, tras la intensa fiebre futbolera post Copa América, ha resurgido el debate sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en los clubes argentinos. Este modelo, que introduce la gestión empresarial en instituciones históricamente vinculadas con la comunidad, ha polarizado opiniones.
La controversia se instaló a fines del año pasado, en un contexto electoral del Club Atlético Boca Juniors, cuando Juan Román Riquelme, actual presidente del club, posicionó su campaña en contra de las SAD, un modelo que impulsaba la oposición, encabezada por Mauricio Macri.
Los defensores del modelo argumentan que la administración empresarial podría traer orden y sostenibilidad financiera a clubes históricamente endeudados y mal gestionados. Sin embargo, son más los ejemplos, tanto locales como internacionales, que demuestran lo contrario, como es el caso de Sportivo Barracas. Este club bajo la gestión de un grupo inversor, fue arrancado de raíz de su comunidad. Cambió su nombre, colores originales y fue trasladado en busca de una viabilidad económica que resultó pasajera. Tras un breve ascenso deportivo, se sumergió en una crisis que lo llevó al borde de la desaparición y la desafiliación.
La posición del Gobierno Nacional
Al inicio de su gestión, Javier Milei, a través del DNU 70/2023 modificó la Ley de Deportes 20.655, incorporando la posibilidad de que las sociedades anónimas formen parte del denominado “Sistema Institucional del Deporte y la Actividad Física”. Hace una semana, la Inspección General de Justicia definió los alcances de dos artículos del DNU que habilitan a los clubes a transformarse en sociedades anónimas y el ingreso de capital privado en el fútbol. Respecto a esto, Milei posteó en la red social X: “No más socialismo pobrista en el fútbol”.
¿Qué dijeron los clubes?
Boca, Independiente, Racing, Estudiantes, Gimnasia, Huracán, San Lorenzo, Newell’s, Lanús, Banfield, Belgrano, Unión, San Martín de Tucumán y Atlético, entre otros, sentaron posturas ratificando la negativa a la habilitación de las Sociedades Anónimas Deportivas para competir bajo la órbita de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Mediante un comunicado, la AFA expresó que sus miembros no se oponen a esta nueva figura jurídica, pero que sí rechazan "que se quiera obligar a cualquier ente privado (como la AFA o cualquier otra asociación civil) a asociar a entidades con diferente estructura jurídica a la de sus actuales miembros, en clara oposición a sus estatutos conforme así lo establecieron sus socios".
¿Qué pasa con la competitividad del fútbol en la región?
Desde finales de los 90 hasta la actualidad, gran parte del fútbol latinoamericano ha experimentado una transformación significativa. En este contexto, las razones sociales de los clubes han cambiado, convirtiéndolos en empresas, en general manejadas por capitales extranjeros. Esto refleja una realidad en la que los intereses económicos priman sobre la esencia popular del deporte.
Marcelo Bielsa, director técnico del seleccionado de fútbol uruguayo, resumió esto de manera contundente. Si bien no habló específicamente de las SAD, analizó la situación del fútbol en la región y dijo: "Esencialmente, el fútbol es propiedad popular. ¿Por qué? Porque los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, porque no disponen del dinero para comprarla. El fútbol, al ser gratuito, es de origen popular. Entonces, ese fútbol que es una de las pocas cosas que horizontalmente los más pobres mantenían, ya no la tienen más".
Bielsa refiere esto como una pérdida para las clases populares, entendiendo que Latinoamérica, que nunca dejó de ser un semillero de grandes futbolistas, ahora ha pasado a ser la principal exportadora de jugadores, sin dejarlos crecer en los clubes que los formaron en sus reservas. Esto genera un vaciamiento y la pérdida de competitividad de los mismos en las ligas locales y en los torneos internacionales.
“Jugar a la pelota” es parte de nuestro folklore y, en ocasiones, ha sido un salvavidas para muchas familias de villas y barrios vulnerables. Sería imprudente hablar de fútbol en Latinoamérica sin mencionar el sentido de pertenencia que este genera en las clases populares. En la región el fútbol trasciende lo meramente deportivo; es un fenómeno cultural que funciona como otro engranaje de contención en las redes comunitarias.