Que los medios de comunicación y las audiencias pueden generar relaciones tóxicas no es novedad. Que en las aulas de una universidad se generen discusiones, preguntas y debates entre estudiantes y docentes, tampoco. Y que se difundan en redes sociales videos tendenciosos, sesgados y malintencionados, mucho menos. Aún así, estas situaciones siguen funcionando en el espectáculo y en los contenidos de la televisión argentina. 

El jueves a la noche el programa de Viviana Canosa, emitido durante el prime time de A24, divulgó un video de aproximadamente tres minutos de una clase en la Universidad Nacional de Tucumán. En el fragmento se ve a la docente Mariana Bonano responder a la pregunta de un estudiante respecto al rol de comunicadores como Canosa. “Que ella esté ahí y permanezca en ese lugar, no es solo culpa del medio. Es de la audiencia, de aquellos que consumen esos programas”, dice Mariana en su clase, “estos discursos en los medios nos dicen algo de la sociedad”. En respuesta, Viviana Canosa tildó a la docente de adoctrinadora y poco profesional. Además manifestó que la profesora busca la cancelación de su programa y agregó que presentará una denuncia contra la universidad.

“Tiene razón Canosa cuando alude a la maniobras de la cultura de la cancelación, pero en este caso la cancelación no la tiene como víctima a ella, sino que ella- Viviana Canosa-  representa las maniobras de cancelación”, dice Pedro Arturo Gómez, docente e investigador universitario en la Carrera de Ciencias de la Comunicación. “Hay que evitar caer en la victimización del docente porque un auténtico ejercicio docente es que exprese la libertad de cátedra. Ese ejercicio del pensamiento crítico es una práctica de riesgo”. 

En un comunicado de las autoridades y el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras se deja en claro el apoyo a Mariana Bonano y se repudian los hechos malintencionados y tendenciosos difundidos en medios locales y nacionales. “Esto nos golpea en el sentido de que nos hace ver la realidad. Es lo que hay y eso es lo que más nos duele”, dice Mary Esther Gardella, docente e investigadora de la Carrera de Comunicación. 

El repudio además recae sobre el hecho de que el video fue grabado y difundido por un estudiante avanzado de la carrera. “La filmación oculta es otro síntoma del mal que implica la degradación de las prácticas comunicacionales actuales. Y más grave aún tratándose de que la persona que difundió el video, se supone que es alguien que se está formando como profesional de la comunicación”, dice Pedro Gómez. “Son jóvenes atrapados por lógicas neoliberalistas. Vienen de una instancia de gobierno liberal donde la meritocracia, la especulación y la desconfianza están instaladas”, expresa Gardella.

No es un tema menor el hecho de que la materia de la clase era una optativa* -dictada a alumnos de cuarto* año- sobre “La cobertura de noticias desde la perspectiva de género y de respeto a las diversidades”. Teniendo en cuenta que fue la mismísima Viviana Canosa quien, el 8 de marzo, habló sobre las mujeres feministas diciendo: "Empiecen por darse un baño, depilarse e ir a laburar", parece lógico que en una clase pública de comunicación y género se debata sobre la cuestión de género y la manera en que los medios de comunicación, en general, y los periodistas, en particular,  se convierten en formadores de opinión y referentes para la sociedad. “La Canosa con este tipo de expresiones se transforma, por el peso de esas expresiones, en materia de análisis crítico por parte de una docente que en una clase trata la producción de una noticia desde una perspectiva de diversidades de género”, explica Gómez. 

La pregunta es: ¿Es peligroso lo ocurrido? 

Según Pedro, “el peligro está en que estas cosas no sucedan”. Y continúa: “Es la regla elemental de la escena pública de la circulación y expresión de las ideas”. 

Ante este panorama, se pone en tela de juicio el modo en que debe ser abordado este tipo de debates. “Tenemos que trabajar y cuestionarnos acerca de cuáles son nuestras legitimidades o desde cuáles legitimidades nosotros pensamos que podemos abordar estos temas”, dice Gardella. “No hay que tenerle miedo a la discusión, no hay que tenerle miedo al debate, no hay que tenerle miedo al disenso, no hay que tenerle miedo al desacuerdo. A lo que hay que tenerle miedo es a la debilidad de argumentación”, concluye Gómez.

*N. del A. : desde la Cátedra de Periodismo y Producción Periodística aclaran que no se trata de una materia optativa sino de una nueva unidad incorporada hace dos años de cobertura de noticias con perspectivas de género. Se encuentra dentro del programa de la materia de Periodismo y se dicta en el primer año de la carrera.
*N. del A. : fe de erratas, no se dicta a estudiantes de cuarto año, sino de primer año.