El otro país
El otro país. Sí, ése. El que se ve tan lejano en esos mapas de la Argentina. El que se imagina, erróneamente, como una sucursal de la Antártida, con gente viviendo en casa hechas de nieve, pingüinos por las calles en vez de perros y toda esa fantasía popular. Ése que cada vez que lo nombran se evoca a los Hielos Continentales y a los gobernantes de turno en la Casa Rosada. Ése, que desde lejos se opina mal y pronto, que está bien económicamente.
Lo cierto es que Santa Cruz hoy pese a las heladas que pueda traer consigo su geografía, está ardiendo en llamas. Con un reclamo docente que lleva varias semanas en boga sin haber sido escuchado, con alumnos que sin clases toman los establecimientos educativos para que desde el gobierno de la provincia se preste una mínima oreja. Esa provincia que tiene padres cortando las principales rutas y las entradas a los yacimientos petrolíferos. Ésa que tiene un gobernador y una comitiva que creen que sentarse a negociar es haberse dejado torcer el brazo.
Lejos quedaron para la escasa parte del país que las vieron, las imágenes de los salvajes y cobardes personajes pertenecientes a la UOCRA que golpearon a los docentes que repartían panfletos al costado de la ruta en la Cuenca Carbonífera. Les pegaron sin piedad. Están todos fotografiados y filmados. Y libres, impunes. El contexto del hecho se pone más interesante si se cuenta que el gobernador Daniel Peralta se encontraba en el lugar. El saldo: duras denuncias contra la policía por haber liberado la zona según las denuncias de los docentes y el nombramiento de "persona no grata" en la Cuenca Carbonífera al gobernador.
Hace exactamente cuatro años Eduardo Varizat, por entonces funcionario del gobierno de la provincia, embistió con su camioneta a varios docentes que protestaban lo mismo que ahora. Otro salvaje suelto y van.
Es cierto que los sueldos de Santa Cruz son más altos que en otras partes del país, como esgrimen desde el oficialismo. Claro, obvian destacar que el costo de vida es el triple que en otros lugares y que los sueldos tienen una parte en negro que no les permite hacer sus aportes jubilatorios. La recomposición salarial no es una locura.
Las redes sociales hicieron buena parte de lo que los medios no quisieron ver o simplemente decidieron no dar importancia. En la misma tierra de los excelentísimos gobernantes que tiene este país, hay amenazas, disturbios, gente mal pagada y desprotegida, chicos sin educación y poco oído para todo aquel que quiera algo distinto.
Santa Cruz es un paraíso, no hay dudas. Pero sólo geográficamente en la actualidad. La provincia está en llamas. Y pocos lo saben.