La Palta

View Original

Entre el Rectorado y ADIUNT, los estudiantes

Por estos días se conocieron las opiniones de algunas de las autoridades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) respecto a los reclamos que se vienen realizando desde la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNT(ADIUNT). Las apreciaciones vertidas a diferentes medios locales, lejos de traer tranquilidad, parecen haber avivado más las discrepancias y disconformidades existentes. Por un lado el rector se escuda en que uno de los principios sobre los que se erige la casa de altos estudios es la reforma universitaria donde la base para el ingreso y permanencia de los docentes se encuentra en los concursos. De este modo, la puerta a una posible negociación por la situación de los cargos interinos parece cerrarse, aún cuando el rector dijo que algunos casos particulares pueden considerarse.

Por otro lado, el histórico reclamo por la reivindicación salarial sigue siendo un tópico sobre el que las autoridades de la universidad dicen no tener la solución en sus manos y, así, el “tire y afloje” se hace eterno.

La semana pasada los docentes agremiados en ADIUNT hicieron un paro por 24 horas y ya se anunció otro por 72 horas para esta última semana de mayo. Esta situación implica un sinfín de consecuencias, ninguna de ellas positiva, para los estudiantes universitarios y de las escuelas experimentales dependientes de la UNT.

En la facultad de filosofía y letras, por ejemplo, existen materias que hasta la fecha no tuvieron todavía su primera clase práctica. Aquellas que pueden dejar libre a un alumno por no tener una asistencia mínima del 75% (equivalente a 3 inasistencias en un período “normal”), esas clases en las que se deben problematizar de manera más “concreta” y activa lo que se escucha casi pasivamente en las teorías.

Otro de los inconvenientes que afectan directamente al estudiantado refiere a los contenidos que, tras estas pérdidas de días lectivos, van a ser presentados en mucho menos tiempo del que se estipula como necesario. Como consecuencia se reduce la posibilidad de aprendizaje (ni hablar del aprendizaje crítico y constructivo) aumentando el riesgo de desaprobar los exámenes y la probabilidad de incremento de la deserción escolar. Todo lo expuesto se agrava si se considera la situación de los estudiantes provenientes de otras localidades y provincias que tienen un costo extra por cada día en la capital tucumana.

Las responsabilidades de la situación son compartidas. Sin embargo, son las autoridades quienes tienen a su cargo dar respuestas a las necesidades del plantel docente. Eso que parece de sentido común no es lo que prima en el nivel académico. Y como nada es nuevo bajo el sol, no por lo menos en lo que respecta a estos conflictos, los reclamos son los de siempre, las respuestas son las mismas y los estudiantes quedan en una grieta de la que nadie se hace cargo.

Gabriela Cruz

gcruz@colectivolapalta.com.ar