Cuando el cielo es el techo y la vereda el colchón
No es difícil pensar en la vía pública como un lugar de paso, un espacio abrumador, un sitio de permanente caos y de profunda sensación de incomodidad o inseguridad. Sin embargo, resulta casi imposible imaginar que ese espacio público, donde los transeúntes activan el perfil de “indiferencia”, sea el lecho en donde muchos indigentes pasan sus días y noches. Dicho de otro modo, es incoherente mirar a las baldosas del centro de la ciudad como el ansiado colchón de descanso y los residuales cartones o diarios como la manta más caliente o la almohada más cercana. Créase o no, en Tucumán existen muchas personas que atraviesan una situación de precariedad extrema en la que se ven obligadas a tomar como techo al cielo, enfrentando las variables y trastornadas temperaturas de la ciudad.
El pasado martes 28 de agosto, un indigente de entre 60 y 70 años de edad fue encontrado sin vida en pleno centro tucumano. Luego de una noche en la que la temperatura descendió brutalmente, el anciano habría padecido un paro cardiorespiratorio. El hombre falleció en la madrugada, siendo ignorado por muchos de los ciudadanos que caminaban a su lado. Y no fue hasta las siete de la mañana que un peatón se percató de la situación del vagabundo, aunque ya nada se podía hacer por la vida del mismo.
Este hecho despertó el interés de muchos ciudadanos por intentar ayudar a las personas que atraviesan esta problemática social. Tal como se informó en notas anteriores de La Palta, desde Defensa Civil de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán se posibilita la intervención telefónica para socorrer a todo aquel que necesite de un lugar digno donde pasar la noche o incluso sus días. Para ello se debe llamar gratuitamente al 103 donde se derivará la denuncia a la autoridad correspondiente.
La solidaridad es cosa de todos. No hay más tiempo que perder ni nada que temer. Una llamada puede salvarle la vida a alguien.
Javier Sadir
jsadir@colectivolapalta.com.ar