Un aniversario que duele
El próximo viernes, 22 de febrero, se cumplirá un año desde que ese tren no llegó a detenerse en la estación de Once, llevándose la vida de 52 personas. Durante estos meses la causa se cobró el puesto del autor de algunas de las frases más desafortunadas dichas por esos días, el entonces secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, y se movió con una lentitud exasperante para los sobrevivientes y las familias de las víctimas.
Dos hechos aumentan el dolor de quienes siguen buscando respuestas. Por un lado, el silencio obstinado de un gobierno que siempre está dispuesto a emitir opinión sobre los temas más diversos, sean árboles o fútbol. Excepto éste, que cala hondo en una sociedad que diariamente viaja como ganado y que distrubuye responsabilidades tanto en el Estado como en los sectores empresarios. Algunos dicen que se trata de respeto y que las acciones tomadas para mejorar el sistema ferriovario son suficientes.
Por otro, la muerte de uno de los testigos más importantes a días del aniversario del accidente vino a sumar confusión. El asesinato del maquinista Leandro Andrada tiñó de teorías conspirativas a una causa que de por sí está plagada de ambigüedades. En el apuro de los medios por relacionar los cuatro balazos que liquidaron a Andrada con el accidente de Once, se llegó a banalizar los hechos de inseguridad que ellos mismos se encargan de repetir hasta el cansancio.
Un año sin respuestas y un juicio oral inminente. Con esas marcas, los familiares y amigos de las víctimas de Once convocan a Plaza de Mayo el viernes a las 19 horas. Un reclamo que a los tucumanos les puede quedar lejos, pero que se hermana con el anhelo de unos trenes mejores. Sin promesas, sin inauguraciones repetidas. Allá en Buenos Aires, aquí en Tucumán.
Cecilia Morán
cmoran@colectivolapalta.com.ar