Enfrentar el problema con solidaridad
Llegaron las vacaciones y con él el calor tucumano, que no hace más que convertir en un infierno a la provincia. Salir a las calles céntricas es entrar en un horno, donde no importa la cocción sino volver a casa para ducharse o darse un chapuzón en la pileta. Pero cuando llegamos no hay agua. Desde los últimos años, Tucumán se ve afectado por la sequía y las altas temperaturas. El nivel de agua en las fuentes de abastecimientos es crítico y se intensifica con la falta de lluvias en el territorio. Además, como factor extra, está la falta de inversión de la empresa encargada de proveer agua domiciliaria, Sociedad Aguas de Tucumán (SAT). Las pérdidas de agua forman una imagen permanente en las calles de las ciudades tucumanas.
Debido a estos factores, la provincia está en alerta roja y es importante tomar conciencia de lo que esto implica. El agua es un derecho fundamental para la vida del hombre, como lo establece el Pacto sobre Derechos Económicos Sociales y Culturales, firmado en noviembre del 2002 por 145 países. Este obliga a asegurar que la totalidad de los habitantes tengan, de forma equitativa y sin discriminación, acceso al agua potable segura.
Víctor Barros, vecino de Tafí Viejo, una de las localidades más afectadas por la problemática, expresa que hoy su derecho está siendo vulnerado. En la ciudad los cortes de agua son moneda corriente y se extienden, en muchas ocasiones, hasta 48 horas. Además, como explica otro vecino, el problema se intensifica por los cortes de energía. "Eso hace que dejen de andar las bombas, entonces después tienen que venir de SAT a reiniciarlas", detalló.
Ante esta situación, los vecinos aprovechan los minutos de servicio para juntar agua en contenedoras, ya que la presión es baja y no se logran llenar los tanques. Como dicen, esta acción se debe llevar a cabo con mucha precaución dado que el agua es para el consumo personal.
Al atravesar la crisis hídrica, la solidaridad está presente. En los últimos días, vecinos del megaemprendimiento Lomas de Tafí utilizaron las redes sociales y carteles en sus veredas para ofrecer agua a los vecinos que no tenían. Gustavo Coronel, periodista de la zona, comentó que la iniciativa surgió hace una semana, dado que hay vecinos que están sin agua desde el 24 de diciembre. Al igual que ellos, las autoridades del CAPS del barrio decidieron seguir la iniciativa. Aun así, sostiene Coronel, "esto ayuda pero no tener agua corriente ni para higienizarse es un problema".
Mientras tanto, desde la Sociedad Aguas de Tucumán, dicen que la empresa está trabajando al máximo y que es fundamental que la gente realice un uso racional del líquido, más aún en el mantenimiento de piletas. Para ello sugirieron complementar la conservación con productos químicos de venta libre, como ser cloro, alguicidas, entre otros.
Al consultar sobre el costo de los productos en una casa de venta, el presupuesto oscila entre los 100 pesos para una pileta de 6000 litros, lo que incluye una pastilla de cloro y boya (43 pesos), un alguicida (20 pesos) y un bidón de 5 litros de cloro (25 pesos). Los químicos pueden ser utilizados en piletas de lona y material, y su cantidad varia de acuerdo al tamaño de la misma. Con la utilización de estos productos se logra mantener el agua por más de tres semana, lo que significa un gran ahorro del líquido.
Además, las medidas implican simplemente la incorporación de nuevos hábitos para hacer un uso solidario del agua. Estas prácticas repercuten en el sistema y permiten llegar con mayor caudal a todos los sectores de la red.
Exequiel Reinoso
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