Sectores de la docencia tucumana se volvieron a manifestar el lunes pasado en reclamo de lo que consideran una entrega salarial por parte de los sindicalistas que se sentaron en la mesa de negociación.

Lo que se exigen desde la Unión de Docentes Tucumanos y Docentes Autoconvocados, los sectores que no fueron incluidos en las negociaciones, es que el gobierno llame a paritarias, porque lo que se está haciendo, según comentó Diego Toscano de Docentes Autoconvocados, no son paritarias sino  “un conjunto de reuniones con burócratas sindicales que los tienen completamente dominados y de aliados, que no representan el sentir ni los mandatos de la docencia”.

Las condiciones que reclaman son, por una parte, que los docentes ganen el monto de una canasta familiar, o sea, un sueldo de $9.000 de bolsillo, lo que implicaría llevar el básico a $6.000; por otra parte, que el aumento se realice en una sola cuota, ya que el aumento en cuotas produce una devaluación del salario. Además exigen al gobierno que retire la propuesta de introducir un presentismo que es contrario a los intereses de los trabajadores.

El viernes por la tarde se firmó el acta acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Frente Gremial Docente. La misma estipula un aumento de un 30% a pagarse en dos cuotas. Esto está lejos de conformar a todos. Las razones son varias. En primer lugar, según comentó Teresa Hernández de Ramallo, representante de SADOP, si bien se llegó a la cifra que se esperaba como salario inicial hay una "trampa gravísima", según enfatizó, ya que el aumento se dará por agente y por puntos. Esto significa que si un docente tiene varios cargos el aumento lo cobrará solo por uno y el puntaje que tenga también influirá en el monto a cobrar. En el acta tampoco se habla del blanqueo de sueldos a docentes que están a punto de jubilarse y de esa manera mejorar el importe jubilatorio a cobrar. Esto constituye un agravante más al hecho de que el Estado pague sumas en negro.

Los docentes, hartos de migajas y negociaciones que no incluyen a todos los sectores, siguen en pie de lucha. Por un salario que pueda afrontar la inflación que se vive y que cumpla con el requisito de igual trabajo, igual remuneración.

Marianella Triunfetti

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