Un club que tiene espectadores
Generar espacios de educación e inclusión por fuera de la currícula no es tarea sencilla, pero con compromiso y deseos de transformar la realidad es posible. Gladys Mottes, Licenciada en Teatro, trabaja a partir de una preocupación: la infancia. “Yo veo en las escuelas que el chico tiene que responder a lo que le enseñan. Hay muy poca consideración a como él ve el mundo”, cuenta desde su experiencia laboral con niños y niñas.
A partir de esta preocupación, Gladys desarrolló un proyecto que, confiesa, está pensado desde la vejez y tiene que ver con su historia. El mismo fue elaborado junto a su compañero de vida, Cuqui García, fotógrafo de larga trayectoria, y tiene varias líneas de acción. Por un lado, hay una pretensión de recuperar la historia iconográfica del teatro para niños. Para ello, han realizado exposiciones donde pudo verse la historia del teatro a partir de un gran archivo de fotografías de la que disponen. En esta misma línea, que pretende revalorizar el teatro para niños, han realizado reconocimientos a artistas, directores, productores y autores que llevan toda una vida trabajando en este rubro.
Por otra parte, con el fin de “encontrar espacios que ayuden a fortalecer el proyecto educativo para las infancias que están más en soledad”, en palabras de Gladys, es que se lleva a cabo el espacio denominado “Club de Espectadores”. Creado por los grupos Luna de Poetas y Grupo Teatral La Valija, este Club promueve acciones de acceso al teatro independiente organizando funciones en escuelas primarias y aportando material didáctico para que los docentes trabajen con los niños. El objetivo es contribuir a la formación de los niños como espectadores de teatro.
El proyecto nace en el año 2008 y tuvieron muy buenas experiencias, a pesar de las dificultades que se presentan para ingresar a las instituciones educativas. “El sueño es que en cada escuela haya un Club de Espectadores, y sea un lugar donde los niños no estén exigidos a dar cuenta de lo que aprenden, sino que sean espacios de experiencia”, explicó Mottes.
El teatro existe en tanto haya espectador y se trabaja para formarlos presentando distintas propuestas teatrales. “Si vos estás viendo siempre la misma calidad de espectáculo, la misma propuesta escénica, no te permite reflexionar sobre otras cosas”, comenta Gladys y es por eso que el trabajo consiste en la presentación de distintas obras, precisamente para que los niños descubran las diversas herramientas que pone en práctica cada espectáculo. Siempre se presentan propuestas que tengan un gran contenido narrativo, que no se refiera a ningún hecho de realidad (metáfora) y que no tenga ningún parámetro con la televisión. Estas características responden a la necesidad de deconstruir el discurso y las representaciones que se estructuran en torno a la televisión y los productos de la cultura masiva.
La propuesta es vivir el teatro y ser parte de esta experiencia. Cualquier escuela puede acceder a ella, solo debe comunicarse con Galdys. “Yo considero que el artista es el que trabaja con las formas, el que da forma, y eso no depende del talento sino de las posibilidades educativas. El mismo niño es un artista, el vecino es un artista en el sentido de que puede solucionar cosas para dar forma a algo”, reflexionaba mientras invitaba a ser parte de este proyecto.
Marianella Triunfetti
mtriunfetti@colectivolapalta.com.ar