Hace unas semanas, una clase de Filosofía del Derecho trascendió ante los juicios de valor planteados por el docente Pascual Viejobueno de la Universidad Nacional de Tucumán. El tratamiento de las leyes de matrimonio igualitario, las cuestiones de derecho ancestral de los pueblos originarios, el divorcio o el aborto fueron temas juzgados por el docente desde una mirada personal. Un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán consideró discriminatoria su postura y presentó una denuncia en el decanato, acompañada de un audio de la clase como prueba. A esto se sumó el repudio de las comunidades de pueblos originarios, la comunidad de Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero (LGBT), organizaciones en defensa de los derechos de la mujer y organismos de derechos humanos.

Los estudiantes de derecho que denunciaron al profesor manifiestaron, en un escrito presentado ante la Facultad, que se trató de una situación de discriminación agravada y violencia institucional. Al fundamentar que el profesor Viejobueno no expuso una doctrina, contenido o implicancias* de las leyes que menciona en su clase, los estudiantes manifiestan que su discurso atenta contra la integridad de grupos sociales que hoy necesitan de protección estatal. “Son muchas cuestiones al mismo tiempo. Incluso en la propia clase algunos chicos intentaron plantear la gravedad en los hechos a donde estaba llevando la clase. Fue más que una opinión personal”, explicó Blas Sánchez Ovadilla, uno de los estudiantes que presentó su adhesión a la denuncia. Por eso, se exige al Consejo Directivo de la institución una sanción al profesor con el inicio de sumario y la retractación pública. En caso de no darse lo primero, exigir la renuncia al profesor. A esto se suma el pedido de Convenio con INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) para capacitar a docentes en materia de violencia de género y cultura de comunidades originarias, con asistencia obligatoria. También se solicita acelerar la reforma del plan de estudios para armonizar derechos humanos fundamentales, no sólo en “Filosofía del Derecho”, sino en todas las materias del mismo.

Preferir la muerte antes que la homosexualidad

El artículo quinto de las normas éticas del profesional del colegio de abogados manifiesta el respeto de la ley. Así expresa que “es deber primordial del abogado respetar y hacer respetar la ley y las autoridades legítimas”. Dicho de otro modo, un profesional del derecho es aquel que defiende, apuesta y respeta las leyes establecidas del país en el cual ejerce su profesión. Esto tiene coherencia si se piensa que cuando se sanciona una ley; el camino para llegar a ese punto es largo y mucho se discute sobre el bienestar que genera esa ley para la comunidad toda. Por ello un abogado, procurador o cualquier profesional que trabaje con leyes debe respetar y hacer respetar lo escrito y acordado, más allá de lo que personalmente piensa de eso.

Sin embargo, el abogado y profesor Pascual Viejobueno dijo a sus alumnos de Filosofía del Derecho: “esa mal llamada ley del matrimonio igualitario, es totalmente contraria al derecho natural (…) Es una ley totalmente absurda, antinatural, hay ideología en eso. No es una ley que responda a una realidad”. Mediante estas palabras el profesor no solo le faltó el respeto a la ley de matrimonio igualitario sancionada hace seis años, sino que además la deslegitimó. Luego, el docente les recomiendó a los estudiantes que “No se queden en esta cuestión de moda, ideológica, que nos quieren meter. Después nos van a obligar a que seamos homosexuales. Yo espero morirme antes de eso (...) En Rosario hay una ley, que obliga a emplear a personas que son transexuales, a que les den empleo. No hay que discriminar, pero tampoco hay que premiar”.  Ante esta idea, los estudiantes que denuncian consideran que el profesor hizo una valoración en el que prefiere infringir el valor de la vida antes que aceptar una orientación sexual diversa. “No fue una broma. Fue un discurso de odio muy fuerte. Se va contra integridad de varios grupos humanos vulnerabilizados que tienen sus derechos consagrados en Argentina”, expresó Sánchez Ovadilla en relación a las consecuencias que generan esa vulnerabilización, como los suicidios adolescentes.

Algunos estudiantes intentaron discutir la idea planteada por el profesor. Tal es el caso de una alumna que estaba presente en la clase, quien interrumpió al profesor para hacer referencia a un estudio de Oxford que afirmaba que los hijos de personas homosexuales han demostrado mejor rendimiento educativo. La respuesta de Viejobueno a su alumna fue: “prefiero hijos con notas regulares, y no con notas altas. (…) Lo normal, es que las parejas que se casen, un varón y una mujer, tengan hijos. Lo otro, que son pocos casos, es patológico”.

¿Quién es el auténtico originario?

Este año Argentina celebró los doscientos años de su independencia de la corona española, mientras las comunidades de los pueblos originarios manifiestan que llevan 500 años de genocidio y 10 mil años de preexistencia de los pueblos indígenas. Sin embargo, el profesor Viejobueno dijo en su clase que “no son 200 años del nacimiento de la Patria. La patria existe hace 500 años. Entonces, hay leyes de la corona española que regularon y dieron cédula real para esas tierras (tierras reclamadas por los pueblos originarios). Esas leyes, son legítimas y deben observarse hasta el día de hoy. Y tienen una regulación distinta”. De este modo, el profesor reconoció que actualmente las normas de la corona española siguen siendo legítimas por sobre los derechos ancestrales.

A esto el profesor agregó: “basta con caminar por las calles y observar los rostros y uno ve un gran mestizaje. El español se mezcló con el indio, y también con el negro. ¿Quién es el auténtico originario? Por otro lado, los incas, avanzaron desde Perú y conquistaron los pueblos calchaquíes. Entonces, ¿quién es el originario? Hay mucha ideología, en todo ese tema. (…) Hay que pensar las cosas, y no dejarse llevar. Hay mucho de negocio. Los 'llamados indígenas' reciben las tierras y las venden, hay negocios entre los políticos y los 'supuestos indígenas'. Acá no hay indígenas puros”. De acuerdo a lo denunciado por los estudiantes, estos dichos violentaron derechos de los pueblos originarios reconocidos en el artículo 75, inciso 17, de la Constitución Nacional Argentina que reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos y garantiza el respeto a su identidad.

Contra la impunidad

“No todo lo lícito es honesto”, afirmó el profesor Viejobueno. Esto surgió como conclusión a su idea de que “existe la objeción de conciencia y ustedes la han estudiando. Yo médico, si viene una mujer y me dice 'Yo quiero abortar', no, yo digo 'Yo no te practico ese aborto'. El aborto está penado todavía en la Argentina, pero en otros países en donde está permitido un médico puede decir 'No, yo no practico el aborto'. Como hay abogados que dicen 'No, yo divorcio no atiendo'. Si yo tengo una convicción, puedo decir esto yo no hago”. Los estudiantes sostienen en la denuncia que fue paradójico que esta clase se dictara dos días después de la movilización Ni una menos para exigir la emergencia en violencia sexual y doméstica. Una ley que fue votada por el congreso. Entonces, relacionan esto con el hecho de que el profesor hace docencia sobre la objeción de conciencia como un mecanismo para privar a las personas de derechos garantizados. 

“Buscamos que el profesor haga su descargo urgente. Ya pasó un mes y no hubo ninguna devolución. Esto tiene hasta su encuadramiento penal”, dice Sánchez Ovadilla ante la representación que tiene un profesor en clase como palabra autorizada y legitima. Por ello, se realizaron actividades como ser una Besada Masiva antes del inicio del receso invernal. Hasta el momento hubo una primera presentación interna de parte de la agrupación Franja Morada ante la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. A esto se sumaron adhesiones de estudiantes, como la de Blas Sánchez Ovadilla. Además está presentada una denuncia ante el INADI y al regreso del receso se realizará una ampliación de la denuncia con la adhesión de organismos de derechos humanos, gremios universitarios, organizaciones y agrupaciones estudiantiles.

*Las cursivas aluden a las palabras textuales de la denuncia presentada por el estudiante Blas Sánchez Ovadilla (adhesión al expediente n° 71.068/2016) y a las citas del desgrabado de la clase del profesor Pascual Viejobueno, que se adjunta con la denuncia.