Recordar y actuar por Malvinas: diálogos con los protagonistas
Por Angélica Zelaya
La evocación a las Islas Malvinas es diaria e histórica. Una bandera que flamea en un recital con las islas en el medio o colgada en la tribuna de cualquier cancha de fútbol, en la escuela, en tatuajes, en un mural, en la ruta, en las entradas de los pueblos más pequeños del interior del país -de los grandes también-, en remeras y gorras, en música y películas. Desde la ocupación inglesa en 1833 se han registrado diversas experiencias de resistencia popular y lucha contra el imperialismo, siempre bajo la misma consigna: “las Malvinas son argentinas”.
Rosana Guber es Doctora en Antropología Social por la Universidad Johns Hopkins e Investigadora Principal en CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Es autora de numerosas publicaciones cuyo análisis ronda principalmente la causa Malvinas, entre ellos, el artículo periodístico “Malvinas. ¿“Gesta”o “aventura absurda”? Dos lecturas que conviene dejar atrás”. Se trata de un estudio sobre las posturas que se distinguen, a muy grandes rasgos, dentro de los discursos de la sociedad argentina: la heroica, que sostiene que “el pueblo argentino defendió una causa justa y respaldó entusiasta la recuperación de las Islas”, o la dictatorial, que identifica que “más allá de la justicia de la reivindicación soberana, la guerra de Malvinas fue un recurso de la dictadura genocida para perpetuarse en el poder”. Para Guber, el hecho de que la discusión de cada 2 de abril ronde estas visiones “simplistas y enfrentadas, impide miradas más complejas de un conflicto”.
En la búsqueda de profundizar las discusiones y trascender las dicotomías mencionadas, La Malvinidad es un grupo que se constituyó como espacio de debate y opinión en marzo de 2020, compuesto por los Veteranos de Guerra de Malvinas Jorge Andrés Fernández (Soldado conscripto clase 62 - Regimiento de Infantería Mecanizado 6), José Francisco Zelaya (Soldado conscripto clase 62 - Batallón Antiaéreo de la Infantería de Marina), Fernando Pablo Cangiano (Soldado conscripto clase 62 – Escuadrón de exploración de caballería blindada 10), Héctor Domingo Tessey (Teniente Primero Jefe Batería de Tiro C/Grupo de Artillería 3), Miguel Ángel Trinidad (Soldado conscripto clase 62 - Regimiento de Infantería Mecanizada 3), Rubén Pablos (Soldado conscripto clase 62 - Regimiento de Infantería Mecanizada 7) y César González Trejo (Soldado conscripto clase 62 - Regimiento de Infantería Mecanizado 3). En su declaración de principios fundamentan su origen contando que han “decidido unir nuestras voluntades individuales para conformar un colectivo cuya tarea primordial consiste en contribuir al fortalecimiento de la Cuestión Malvinas y la Causa Malvinas”.
Sobre los desafíos que supone hoy tratar Malvinas coinciden, en primer lugar, en que es necesario traducir el sentimiento argentino y el recuerdo de los que dejaron su vida en la guerra en un proyecto de país que trabaje líneas diplomáticas, culturales, políticas y económicas, que defienda los intereses soberanos de la Argentina en cuanto a su territorio y el uso de sus recursos naturales. Esto en acciones concretas e inmediatas implicaría, por ejemplo, buscar encarecer los costos de navegación británicos, para lo cual sería necesario además generar alianzas estratégicas con otros países del continente. Así también, destacan que es necesario el cumplimiento de la Ley Nacional de Educación N° 26.206, que establece la obligatoriedad de dictar de manera transversal en todos los niveles educativos contenido relativo a Malvinas.
Miguel Ángel Trinidad sostiene que “la Nación Argentina debe cumplir con una estrategia de política exterior y política de defensa que tenga como norte el cumplimiento de lo que dice la Constitución Nacional en su referencia a que las Malvinas son un tema irrenunciable hasta lograr el pleno ejercicio de soberanía en las Islas, es lo urgente a resolver”.
Sin embargo, estas propuestas no se ven representadas en las diversas declaraciones del gobierno nacional actual y las decisiones que se toman en consecuencia, como lo explica Trejo “plantea desafíos tremendos esta actitud del gobierno de Milei, porque se ha declarado claramente entreguista, en una actitud de subordinación absoluta a los poderes fácticos que ocupan nuestro territorio y están dispuestos a profundizar el saqueo de los recursos y la consolidación del sistema colonial”. En campaña, Javier Milei hizo pública su admiración a Margaret Thatcher, que fue quien dio la orden de hundir el Crucero Belgrano, como así también la canciller Diana Mondino mostró su postura en coincidencia con la argumentación británica de “respetar a los kelpers” a instancias de resolver el conflicto con Gran Bretaña.
Por su parte, la vicepresidenta Victoria Villarruel, hija de un Veterano de Guerra de Malvinas que se manifiesta cercana a la causa, sostiene una postura más ambigua. Mediante su discurso intenta acercarse a los espacios de la derecha nacionalista, pero según observa Cangiano, uno de los miembros de Malvinidad, “su lenguaje no se corresponde en lo más mínimo con ninguna propuesta concreta para recuperar Malvinas o para afectar los intereses británicos”. Y agrega: “Además, ella es parte fundamental de este gobierno, que es un gobierno cipayo, antinacional y antipopular. Esa diferencia retórica puede provocar eventualmente algún chispazo, pero nunca va a superar una mera discusión de circunstancia, porque en el fondo, tanto Villarruel y los intereses que ella representa como Milei, ambos coinciden en que la Argentina es parte del mundo occidental, y eso significa que es un país sometido a Estados Unidos y a Gran Bretaña”.
Rubén Pablos agrega que “tampoco la vicepresidenta habla de Malvinas como una causa del pueblo, solo esboza una defensa a los militares que participaron de la guerra, incurriendo en un grave error, llevando más confusión y divisiones”.
La Guerra de Malvinas es una herida abierta en el país. La Malvinidad marca el camino hacia un debate necesario y urgente. A 42 años del comienzo de la guerra, y en un contexto político y social complejo, Jorge Fernández resume la labor de su colectivo: “Como Veteranos de Guerra debemos seguir trabajando junto a nuestro pueblo, hoy más que nunca, comprometidos para enfrentar al colonialismo británico y así trabajar y recuperar el pleno ejercicio de la soberanía en nuestras Islas Malvinas”.
Aunque sea el Estado quien deba ocuparse de manera efectiva, es deber de todos los argentinos continuar con el reclamo pacífico y contundente de recordar y reclamar por lo que les pertenece: las Islas Malvinas.