La falta de agua afecta la cursada en el Instituto Marchetti y en la Escuela Raúl Colombres
En medio de la rutina académica, los estudiantes del Instituto de Enseñanza Superior Manuel Marchetti, ubicado en la calle Marcos Paz 1425, enfrentan un problema que lleva más de un año sin solución. La persistente falta de agua en las instalaciones, donde también funciona la Escuela Raúl Colombres, afecta no solo la educación sino también la salud del alumnado, trabajadoras y trabajadores de estas instituciones.
Facundo Tapia, estudiante de historia y secretario de Asuntos Estudiantiles del centro de estudiantes del Instituto, relata con preocupación que "la respuesta de la directora fue que es un problema de la zona. El tema es que, cuando no hay agua, no hay clases y los compañeros que viven en zonas distantes, como San Pedro de Colalao, se ven particularmente afectados al enterarse de la falta de clases cuando ya están en camino. Además de perder tiempo, los chicos gastan en colectivo y tienen que enfrentarse al inconveniente del viaje", expresó Tapia.
Cientos de alumnos utilizan los mismos recursos. La falta de agua se extiende a lo largo del día, afectando las clases matutinas, vespertinas y nocturnas. Tapia señala que, aunque en ocasiones los baños de la planta baja cuentan con suministro de agua, los de la planta superior enfrentan una carencia constante.
Ante esta problemática, desde la institución llamaron a técnicos para identificar y resolver el problema. En un primer diagnóstico, se indicó que la falla residía en la bomba, la cual fue reemplazada. Sin embargo, la situación persistió, y se sugirió que el problema podría deberse a las cañerías. A pesar de los esfuerzos, la falta de agua persiste, generando frustración y descontento entre los alumnos.
Facundo Tapia opina que la raíz del problema radica en la falta de inversión por parte del Ministerio de Educación de la Provincia. "Entendemos que en verano es más notorio por la sequía, pero en invierno también no tuvimos agua", enfatizó.
La afectación va más allá de la interrupción de clases. Los estudiantes se enfrentan a la incertidumbre de no saber si podrán continuar con sus estudios de manera regular. A pesar de sus esfuerzos por abogar por soluciones a través del diálogo y las vías correspondientes, el secretario de asuntos estudiantiles advierte: "llegamos a un punto de hartazgo con esta situación".
Los estudiantes exigen respuestas y acciones concretas para garantizar un entorno educativo adecuado y sin interrupciones.