Empezó el juicio por el femicidio de Iris Medina: “Es un monstruo, un manipulador”
Empezó el juicio por el femicidio de Iris Medina, la joven de 27 años cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en su casa en febrero de 2020. Iris vivía junto a quien fuera su pareja Gustavo Lora, quien intentó encubrir el crimen como un suicidio. Lora hoy se encuentra imputado como el femicida de la mujer.
El 15 de febrero de 2020, Lora llamó a la Policía y aseguró que al volver de trabajar había encontrado el cuerpo de Iris colgado de una viga. Sin embargo, las primeras pericias demostraron que se trataba, cuanto menos, de una muerte dudosa. Así lo indicó en su declaración testimonial Mirta Salazar, la médica que intervino en aquel primer momento. “No había elementos que demuestren un intento de suicidio, por lo tanto se califica como muerte dudosa”, señaló la perito en la sala de audiencias este miércoles 21 de diciembre.
Después de esta y otras pericias, en 2020, la fiscal que investigaba la causa, Adriana Giannoni, decidió acusar a Lora por el crimen contra la joven. A casi 3 años de la muerte de la joven Medina y gracias a la lucha de la familia de Iris, inició el juicio que el lunes intentaron posponer haste febrero del año próximo.
Manipulador, golpeador y femicida
La familia de Iris no duda en señalar a Gustavo Lora como el femicida de la chica. El testimonio de la madre y la hermana de la víctima describieron una mujer que los últimos días de su vida intentaba salir de la situación a la que estaba siendo sometida.
“Me dijo que era odioso y que no quería estar más con él”, sostuvo la madre de Iris en la sala de audiencias. Que casi no hablaban porque él la tenía aislada y que solo se comunicaba a través del teléfono del imputado. “Ella no estaba deprimida. Estaba sin trabajo porque estaba con él. Quería dejarlo y quería trabajar", advirtió la mujer echando por suelo la teoría de que Iris se quitó la vida.
Vanesa Medina, hermana de Iris, habló de las últimas conversaciones que tuvo con su hermana. "Necesito que me ayudes, ya no quiero estar más con él", le dijo Iris una semana antes de los hechos. "Me tiene cansada, no quiere que me junte con ustedes. Me mira mal, me trata mal", le había dicho la joven. Pero el silencio se había cuando la pregunta era directa. "¿Te pega?", le preguntó Vanesa a su hermana. "Me trata mal", respondió. Al ver las marcas de los golpes le volvió a preguntar. Iris se puso a llorar desconsoladamente.
Dilan es hijo que Iris tuvo en una relación anterior. “Me dijo que no quería ir a la casa de su mamá y lloraba. Un día mi hijo, que tiene 13 años, le preguntó por qué no quería ir y él le contestó ‘porque Lora me mira feo y le pega muchísimo a mi mamá’”, sostuvo Vanesa sobre el final de su declaración.
"Él me debe el maltrato que le hizo a mi hija cuando era adolescente", dijo con firmeza Patricia Guerrero. Patricia es la madre de una joven expareja de Gustavo Lora que también fue víctima de la violencia del imputado. "Sufrí mucho como mamá porque él era un hombre grande", comenzó contando la mujer. Lora, al momento de los hechos, tenía 45 años. “Cuando comenzaron a salir mi hija, Mercedes, se vestía como adolescente y luego comenzó a vestirse como una persona grande”, señaló la mujer dando cuenta de uno de los detalles comunes en relaciones donde media la manipulación como parte de la violencia de género.
Los cambios que Patricia advirtió en su hija fueron paulatinos. Primero su vestimenta, luego su estado de ánimo, hasta que empezaron a aparecer las marcas de los golpes. “Lloraba todo el tiempo. Un día apareció con un moretón en el ojo y ella me dijo que había peleado con unas chicas”, contó dejando claro que no le había resultado convincente la respuesta. “Él le pegaba, la maltrataba. Un día una vecina me dijo que un hombre le estaba pegando en la esquina a mi hija. Me levanté y me fui a ver. Llegué y cuando pregunté ¿qué pasa aquí? ella me respondió: ‘no nada, soy yo el problema’.
La violencia que Lora ejercía sobre Mercedes iba aumentando. Si querés andar como una puta, andá”, contó Patricia que le gritó después de romperle la ropa y arrojarla del auto. Mercedes pudo salir a tiempo de esa relación. Sin embargo sufrió el acoso de este hombre al que Patricia se refirió como un monstruo. "En varias oportunidades me enfrenté a él. Es un manipulador que llegó a romperle su teléfono para que no se comunicara con nadie".
Después de dos años de espera, la familia Medina espera que finalmente haya justicia. La audiencia, que terminó pasado el mediodía, se reanudará mañana jueves a las 9 de la mañana.