“Al cumplirse 5 años del transfemicidio de mi hermana lo que puedo decir es que siento vergüenza de la Justicia”, dice Laura Moreira. El cuerpo de Cynthia Moreira, la joven trans que permaneció desaparecida durante 7 días en febrero de 2018, fue encontrado sin vida en una vivienda deshabitada. “¿Cómo es posible que un crimen tan atroz siga sin esclarecerse?”, se pregunta Laura. “La encontraron descuartizada y calcinada; en bolsas y que todavía no haya culpables te da a pensar que vivimos en una impunidad donde los asesinos compran a jueces, fiscales, policías y hasta apoyo político”, remata la mujer que no para de pedir justicia. 

En septiembre del año pasado se realizó un juicio contra uno de los sospechosos que finalmente fue absuelto. Este resultado era esperado por la familia Moreira y tanto la fiscal, el abogado querellante y los jueces coincidieron en la profunda deficiencia en la investigación realizada. Es por ello que ante el tribunal integrado por Wendy Kassar, María Fernanda Bahler y Emilio Páez de la Torre, los acusadores pidieron retirar los cargos y solicitaron que se continúe investigando.  “La causa ha pasado a la sala Conclusional N° 2 a cargo del fiscal Mariano Fernandez. Volvieron a empezar de cero tras reconocer lo pobre que ha sido la investigación”, comenta Laura y explica que, además, se hizo lugar a la causa por falso testimonio contra Maia Amaya. 

Maia ¿de amiga a encubridora?

Maia era amiga de Cynthia y juntas salieron aquel 14 de febrero de 2018. Testigos que declararon en el juicio del año pasado aseguraron que la joven estuvo con Moreria y la dejó en plena discusión con Ramón Soria -imputado absuelto señalado como cómplice de los presuntos transfemicidas-. “Sabemos que Maia sabe dónde quedó Cynthia y con quién. En algún momento el peso de la justicia le tiene que caer encima porque ella sabe la verdad y jamás se acercó a la familia. Ella tiene muchísimo que ver en el brutal asesinato de mi hermana”, sostiene Laura.

Al hacerse lugar a la causa por falso testimonio contra Amaya, la familia espera que la mujer trans hable y revele, no solo el lugar donde vio por última vez a Cynthia, sino el rol que jugaron los hermanos Díaz - dos personas señaladas por la familia Moreira como narcotraficantes y principales responsables del crimen-. “Sigo apuntando al clan Díaz. Ellos viven a diez cuadras de donde arrojaron el cuerpo de Cynthia. Sabemos que es complicada la causa porque mucha gente sabe y no quiere hablar por miedo a estos asesinos. No vamos a parar hasta que ellos caigan”. 

La causa y la investigación

Cynthia desapareció el 14 de febrero de 2018, fecha en la que salió a bailar con su amiga Maia Amaya. El 22 de ese mes, se encontró un cuerpo mutilado en el fondo de una casa del barrio Villa Alem, en el sur de la capital tucumana. El examen de ADN confirmó que se trataba de la mujer trans. 

La investigación estuvo desde un primer momento a cargo del fiscal Arnoldo Suasnabar y en principio se barajó como hipótesis el vínculo con el narcotráfico y se apuntó contra los hermanos Díaz. Pero de repente y sin mayores explicaciones, al decir de la querella, se elevó la causa a juicio contra Soria. “¿Qué pasó con la instrucción? El fiscal Suasnabar interrumpió anticipadamente la investigación. Probablemente se quiso sacar de encima esta causa, y mandarla a juicio. Pero la plataforma fáctica deja en claro que lo que le sucedió a Cynthia fue por más de una persona”, dijo Carlos Garmendia en el alegato del juicio realizado el año pasado.