El último: el universo de las masculinidades
Con el inicio de la 19° edición del Festival Latinoamericano Gerardo Vallejo llegan a la pantalla grande una decena de producciones tucumanas, entre ellas está El último. Compitiendo en la categoría Cortometrajes de Argentina, este corto se proyectará, junto con otros, el viernes en la Sala Orestes Caviglia (San Martín 251, S.M. de Tuc.) a partir de las 20 horas.
La dirección de El último estuvo a cargo de Ezequiel Martínez Marinaro, cineasta tucumano, director y actor, quien viene trabajando sobre este proyecto desde hace largo tiempo. Previo al estreno local del corto, Ezequiel charló con La Palta para contar más de su trabajo y cómo ha ido mutando a lo largo de los años.
El abordaje de este tema remonta a los años de estudiante de Ezequiel, que empezó a dilucidar y proyectar un primer corto como parte de su tesis en el 2014: “ahí surge una primera instancia de esa idea de trabajar en torno a lo que es la diversidad de masculinidades”, cuenta el director sobre la elección del tema.
El último es la historia de Duardo, quien, junto a su primo, es sometido por su padre a competir entre sí con el objetivo de convertirse en hombres. Sensible y argumentativo, Duardo pierde en la contienda. Cuando se le presenta una oportunidad para mejorar su performance, el adolescente debe elegir entre defender o traicionar sus ideales.
“El concepto de la masculinidad termina siendo universal, existen códigos de lo que es lo masculino”, explica Ezequiel. La historia de este corto busca indagar en la ruptura de un molde hegemónico de hombre, que en cuanto ponemos en palabras nos damos cuenta de que se trata más bien de varias rupturas y que el molde quizás nunca fue más que una idea abstracta, ni siquiera un ideal.
“Me interesa que esta propuesta venga a abrir un poco más la discusión, dejar pensando al espectador y replantear el concepto preconcebido de lo masculino. Yo mismo he podido hacer el ejercicio, dentro y fuera de mis producciones, e indagando en esa hombría, he ido entendiendo que existen esos códigos de lo que es ser hombre, y que termina influyendo directamente en la forma de relación hombre con hombre”, dice el director.
La mutación de este trabajo no se detiene. Ha pasado por obra de teatro, de muchos varones a pocos, de varones adultos a varones camino a la adultez, varones presionados, varones queriendo algo más, queriendo menos, mujeres, peleas, discusiones, hijos de la sociedad cis-heteropatriarcal.
Ezequiel es ambicioso y demuestra determinación cuando habla de la creación de esta historia. Sabe que quedan muchos terrenos por cubrir y quiere hacerlo, va a hacerlo. Mientras arma su camino, ha recortado su historia para llevarla a la pantalla y que los debates se comiencen a formar.
Con la premisa de la diversidad de masculinidades, El último deriva de Los últimos, el largometraje en el que el director pretende profundizar sobre el patriarcado y su manera de afectar a hombres y mujeres. La necesidad de sobrevivir ante sistemas hegemónicos, las relaciones de poder.
“Este viernes, quiero verlo en la pantalla grande, compartirlo con amigos y familia, con el equipo. Pero también quiero saber qué le parece a la gente, cómo los interpela, si les gusta o no, quiero poder escuchar lo que dicen”, responde Ezequiel ante la pregunta final por las expectativas para la presentación del cortometraje.
En un momento crucial para la cultura en el país y sobre todo para el sostenimiento del área audiovisual y el séptimo arte, concurrir a las salas este fin de semana se convierte en la forma de apoyo más contundente para con lo local.
El último, un cortometraje dirigido por Ezequiel Martínez Marinaro, hecho completamente en Tucumán y por tucumanxs. Para aquellos que suponen que la figura del hombre es una sola, estática e inmutable. Este viernes 2 de agosto, a partir de las 20 horas, en la Sala Orestes Caviglia (San Martín 251, SM de Tuc.).