La Palta

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Juicio por el transfemicidio de Cinthya Moreira

Fotografía de Ignacio López Isasmendi | La Palta

Este viernes a las 9 empieza el juicio contra Ramón Antonio Soria, imputado como cómplice en el transfemicidio de Cynthia Moreira, la mujer trans que permaneció desaparecida por nueve días en febrero de 2018. “El fiscal se apuró en elevar esta causa pero nosotros queremos que no descuiden la causa contra el verdadero responsable”,dice Laura Moreira, hermana de Cynthia. “La siguen abandonando a mi hermana. No están juzgando al asesino de Cynthia sino a un cómplice. La justicia se quiere lavar la cara con este juicio”, remata la mujer que desde el primer momento exige el esclarecimiento de los hechos. 

“Esta persona, Ramón Soria, apodado ‘El Gordo’ es uno de los cómplices de los asesinos de Cynthia porque los asesinos son los hermanos Leo y Horqueta Díaz que son los hermanos que mataron a mi hermana”, explica Laura mientras se refiere a la familia como el clan Díaz. “Son de Villa Amalia, que queda a 10 cuadras de donde dejan el cuerpo de mi hermana”, agrega.

Cynthia desapareció el 14 de febrero de 2018, fecha en la que salió a bailar con su amiga Maia Amaya. El 22 de ese mes, se encontró un cuerpo mutilado en el fondo de una casa del barrio Villa Alem, en el sur de la capital tucumana. El examen de ADN confirmó que se trataba de la mujer trans. “En 2019 nos llegan comentarios de que la habían visto a ella y a Maia en la puerta de la casa de Soria. Que lo vieron a él pegándole una cachetada a Maia. Que ella se fue corriendo y Cinthya se quedó ahí con esta persona”, recuerda Laura. Este puntapié inicial apuntó las investigaciones hacia la familia Díaz, para quienes el actual imputado trabajaba. 

“Esta persona (Ramón Soria) nunca habló, nunca se quebró. Pero admitió que conocía a Cinthya. Era patovica de un boliche que era de los Díaz donde varias chicas iban a bailar. Nosotros tenemos información que ‘El Gordo’ está amenazado, sabemos que cuando lo detienen tuvieron que sacar a sus hijos de la escuela porque tenían miedo. Los Díaz habían dicho que les iban a volar en la cabeza a los hijos hablaba”, advierte Laura. Ella no tiene muchas expectativas con este juicio. Lo ve como una etapa que debe cerrarse para continuar con la investigación en la causa que sigue abierta y que señala a los hermanos Díaz como los responsables de la desaparición y muerte de la mujer trans. 

“Cinthya era una joven trans de 26 años que vivía con su familia en la Banda del Río Salí (ciudad del departamento de Cruz Alta al este de la capital tucumana). Siempre tuvo nuestra aceptación, nuestro amor y nuestra comprensión. Por querer ser independiente económicamente y por las pocas oportunidades laborales que hay en Tucumán es que terminó en la prostitución. Pero no se merecía terminar así, por eso no vamos a parar hasta lograr que la justicia condene a los verdaderos culpables”, advierte Laura y convoca a militantes, agrupaciones sociales, integrantes del colectivo LGBTIQ a acompañar este viernes en Tribunales Penales -calle España 430-