El juicio por la violación grupal a Andrea, joven de Burruyacú de 23 años, llega a su final. Esta semana es la etapa de alegatos y se espera que la sentencia tenga lugar el miércoles 11 de mayo.

“Estamos nerviosas por lo que se viene, tenemos mucha ansiedad e incertidumbre”, señaló Erika R., madre de Andrea. “En los alegatos de hoy hubo un momento que me iba porque me costaba escuchar. Me daba ganas de romper algo, porque escuchaba las cosas que le hicieron a mi hija”, añadió.

Familiares y agrupaciones exigen condena y cárcel a los tres imputados por el caso: Benjamín Padilla, David Aranda y Hugo Décima; los dos primeros son familiares de un actual funcionario del Gobierno provincial.

Andrea- nombre ficticio para proteger la identidad de la víctima- había denunciado que estos tres hombres la violaron en una habitación en marzo de 2021. Desde que se inició el proceso judicial, su familia sufrió todo tipo de amedrentamientos por parte de los familiares de los acusados, según contó Erika R. “Es una situación difícil para toda la familia, hemos sido hostigados, golpeados y amenazados. Queremos que llegue y, al mismo tiempo, le temo a la sentencia y a las represalias”, sostuvo.

Con relación al juicio, la mujer señaló: “está comprobada la violación, también los falsos testimonios de los testigos de ellos. Nosotros tenemos como prueba las pericias psicológicas a Andrea”.

Además, señaló que la estrategia de la defensa de los imputados fue desacreditar la imagen de su hija para justificar los hechos, difamándola y revictimizándola. En ese sentido también intentaron invalidar las pruebas recogidas a través del video de Cámara Gessel, prueba fundamental para esclarecer los hechos y probar la responsabilidad de los acusados.

Por otra parte, la mujer explicó que el proceso judicial le genera gastos económicos con los que no cuenta, ya que debe trasladarse desde Burruyacú hasta la Capital y el pasaje de ida y vuelta posee un valor de $700. “Si yo tuviese dinero mi pobre hijo no estaría yendo a recoger limón para ayudarnos a pagar los boletos para venir hasta acá”, lamentó.

Erika R. finalmente agradeció a todas las personas y agrupaciones que la acompañan en este proceso. “Espero justicia, que estos chicos paguen y que estén donde tenga que estar. Tampoco es mi deseo que reciban daños, solo quiero justicia”.

Organizaciones sociales y feministas acompañarán nuevamente en los Tribunales Penales para exigir justicia por otra víctima de abusos en la provincia y para que estos hechos no queden en la impunidad.