Tirar la cultura para recibir al presidente
El presidente Javier Milei llega a la provincia en el marco de las actividades del 9 de Julio y las acciones del Gobierno municipal generó preocupación y angustia entre los libreros del Paseo Histórico. La semana pasada, empleados municipales llevaron adelante lo que se vio como un intento de desalojo de los vendedores de libros que se encuentran, desde 1991, instalados en el lugar. De acuerdo a las declaraciones oficiales, no se trató de un desalojo, “Es parte de un trabajo que comenzó hace dos meses, cuyo objetivo es poner en valor la plaza junto a la Casa Histórica y la plaza de los Congresales”, aseguró a la prensa Carolina Oliver, subsecretaria de Relaciones Institucionales del municipio capitalino. En este sentido, aseguró que se busca revalorizar el lugar para que sea más atractivo.
Por su parte, los emprendedores aseguraron que no fueron informados de la medida que se tomaría. Hablan de que hubo ‘de palabra’ una especie de inscripción en una lista pero que no se realizó ninguna medida concreta. “Nosotros estamos hace 32 años, estamos con autorización del gobierno desde 1991. No somos usurpadores. Eso que hicieron fue un delito porque romper los candados y sacar la mercadería es un delito”, dijo Alberto Aguirre, integrante de la comisión de la Feria de Libros.
Al día siguiente de ocurrido el hecho y tras la mediatización de las imágenes, desde el municipio se tomó la decisión de devolver la mercadería. “Nosotros estamos dispuestos al diálogo y también queremos que esto se transforme en un lugar mejor”, aseguró Aguirre.
Por su parte, Merry Anastasio, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), contó que presentaron un proyecto para renovar y revalorizar el espacio. El proyecto en cuestión, diseñado de manera conjunta con los trabajadores de la Feria y la arquitecta del MTE, fue presentado al intendente anterior, a la subsecretaria de Relaciones Institucionales del municipio y, ante la falta de respuesta, ante la misma intendenta Roxana Chahla. Respecto al proyecto, la arquitecta Juliana Nieva explica que se trata de una construcción para mejorar las condiciones de trabajo. “Es un proyecto que contempla el respeto a la fachada de la casa histórica. Tiene como objetivo darle mayor valor al paseo y darle lugar a la venta de libros. El objetivo debe ser construir una ciudad amigable con la fuente de trabajo de la gente y con la necesidad de los trabajadores”.
“Fue muy doloroso ver cómo nuestros libros eran arrojados en el camión de la empresa 9 de julio. Tiraban la cultura como basura”, sostuvo Alberto Aguirre. En consonancia con esa mirada, Anastasio opinó que el acto de tirar los libros en el mismo camión en el que se recolectan los residuos fue “horrible”. “Eso pasó en la inquisición y en la época más oscura del país”, agregó al tiempo que remarcó que “este es un espacio olvidado por todos los gobiernos municipales que han pasado”.