Se realiza la octava Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil y en Tucumán, familiares de víctimas contra el gatillo fácil, convocan a las 17 en plaza Urquiza. “Vamos a marchar hasta plaza Independencia exigiendo justicia, diciendo basta de gatillo fácil porque el Estado es responsable”, dice Ana Reales, mamá de Miguel Reyes Pérez, el joven asesinado por la policía tucumana cuyo caso fue juzgado el año pasado. 

De acuerdo al informe presentado por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) se registra más de 8.200 personas asesinadas en los últimos 39 años por las fuerzas de seguridad administradas por el Estado. “En 2021, el Estado mató una persona cada 17 horas, como resultado de la violencia policial, el gatillo fácil y los muertos en cárceles y comisarías”, señala el informe del relevamiento que lleva adelante cada año la organización social de Derechos Humanos. Según informan, además, los casos no han parado de crecer en lo que va de 2022 por lo que es imprescindible exigir basta de gatillo fácil. 

El gatillo fácil es la expresión más brutal y extrema de la violencia policial- una de las violencias institucionales más legitimadas por sectores conservadores. En Tucumán, uno de los casos recientes es el de Enzo Carrizo que murió como resultado de un incendio en el Centro de Recepción de Detenidos- según informan desde la organización de familiares de la provincia-. En septiembre de del año pasado, cuatro mujeres murieron asfixiadas dentro de una celda cerrada con candado en la Brigada de Concepción. En diciembre de 2021 Jonathan Caro habría sido fusilado por el policía Walter Alejandro Díaz. 
“Estamos hartos de la impunidad. Es una vergüenza que tengamos que mendigar, que suplicar un poco de justicia”, dice Amalia Ojeda. “Yo sigo luchando porque aún no hay sentencia firme contra el femicida de mi hija (Milagros Avellaneda). Recordemos que Rejas era un guardia cárcel, era una fuerza seguridad del Estado”, comenta Ojeda al tiempo que invita a participar de la marcha de hoy y a acompañar a familiares de las víctimas.