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Viruela del mono: lo que hay que saber

Fotografía de Gimena Illia | Aprima

Este mes se conoció en los medios que una enfermedad podría iniciar una nueva emergencia sanitaria. Se trata de la viruela del mono. Este enfermedad surgió en África y no es nueva, sino que viene del año 1970. Sin embargo, mucho desconocimiento y desinformación circula en las redes sociales. Con las consecuencias de la pandemia por la COVID-19 que desencadenó cifras récord de fallecidos a nivel mundial y graves problemas de salud mental, resulta fundamental consultar a la ciencia antes de producir pánico.

“Se trata de una enfermedad viral conocida también como viruela símica, que no es nueva para la ciencia”, dicen desde Aprima (Asociación de Primatología Argentina). Esta asociación reúne a profesionales, de distintas disciplinas, interesados en aspectos relacionados a la investigación, estudio y conservación de primates no-humanos de la Argentina. De acuerdo a lo que explican los científicos, la mayor parte del conocimiento de esta enfermedad deriva de su circulación en el continente africano, donde se ha observado que los contagios entre personas se dan por contacto directo con fluidos corporales, a través de las lesiones que provoca la enfermedad, y por contacto con las mucosas. También se sabe que, en África, el principal reservorio de la enfermedad, son los roedores.

Con esto se destaca que los monos no tienen nada que ver en cuanto a la responsabilidad de transmitirlo a las personas. “Su nombre se debe a que fue descripta en monos de laboratorio, pero esto no tiene nada que ver con el rol de los primates en el ciclo de trasmisión de la enfermedad. Es más, al menos los primates africanos, se enferman al igual que nosotros”, aclaran desde Aprima. Además dejan en claro que los monos de Argentina no transmiten la enfermedad: “no hay datos que indiquen que las poblaciones de monos de nuestro país estén o hayan estado infectadas con este virus”.

Este virus, al igual que otros que pueden transmitirse de animales silvestres a las personas y viceversa, pueden causar un daño severo a las poblaciones de monos. Por eso la recomendación es el cuidado para evitar el contagio. “Es muy importante nuestro rol para evitar un desastre más a la larga lista que ya enfrentan los primates silvestres”, expresan los científicos y sugieren que si se presentan síntomas de alguna enfermedad, se evite visitar áreas naturales donde se pueda entrar en contacto con este tipo de animales.

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