La Fundación Memorias e Identidades del Tucumán expresa su más profundo repudio a la nueva agresión sufrida por la abogada de derechos humanos, Laura Figueroa, con cuya situación denunciamos esta recuperada forma de hostigamientos y amedrentamientos contra los profesionales vinculados a la militancia y los juicios por delitos de lesa humanidad que se están dando en otros lugares del país, a partir de la administración macrista. La doctora Figueroa, que viene militando profesionalmente, las denuncias de los familiares de detenidos desaparecidos desde que recuperáramos la democracia a finales del 83 y que se ha desempeñado como abogada querellante en numerosas causas que son partes de la mayoría de los juicios que se han sustanciado en la provincia, es un referente ineludible en la lucha por establecer la verdad y la justicia de los acontecimientos que han sido caracterizados como práctica aberrantes de la doctrina de Seguridad Nacional, implementada durante el llamado Operativo Independencia y luego por el Proceso de Reorganización Nacional de la dictadura oligárquica pro imperialista.

Esta no es la primera vez que la abogada Figueroa es blanco de este tipo de acción intimidatoria, sino por el contrario, sufrió robo de su vehículo, robos en su casa en diferentes oportunidades, la mayoría de ellas, en el contexto del inicio de las denuncias sobre el Arsenal Miguel de Azcuénaga y el Pozo de Vargas, desde el año 2000, por lo menos, de manera ostensible.  

Ante ello, desde nuestra Fundación nos solidarizamos con la militante y profesional de los derechos humanos, Laura Figueroa, exigimos una inmediata investigación del hecho como así también la intervención de las instituciones que corresponda (justicia provincial y federal) al tiempo que repudiamos el avance de la derecha que una vez más usa la violencia en la pretensión de silenciar a los militantes populares. Casos similares se han venido desarrollando con otros profesionales, al punto que los vinculados a las querellas por delitos de lesa humanidad, han solicitado la “emergencia judicial”.

Desde la Fundación Memorias e Identidades del Tucumán, sostenemos al respecto que esta misma violencia que se esgrime contra los dirigentes, es la misma violencia que no duda en acomodar el contenido de la Constitución a sus intereses. Es esa derecha que niega o menoscaba los atropellos cometidos contra el pueblo, habla de “guerra sucia” y que desde su administración gubernamental, desconoce derechos y pretende una sociedad de esclavos sin voz ni pensamientos.